jueves, 12 de septiembre de 2019

Tiempo... 1 Pedro 5. 12 - 14



TIEMPO DE REFLEXIÓN

 “Por medio de Silvano, a quien considero un hermano fiel, les he escrito esta breve carta, para aconsejarlos y asegurarlos que las bendiciones que han recibido son prueba verdadera del amor de Dios.
¡Permanezcan fieles a ese amor! La iglesia que está en Babilonia, la cual Dios ha escogido lo mismo que a ustedes, les manda saludos, y también mi hijo Marcos. Salúdense unos a otros con un beso de amor fraternal. Tengan paz todos ustedes, los que pertenecen a Cristo”.  1 Pedro 5. 12 – 14

Los finales siempre son duros y despedirse es difícil para encontrar las palabras adecuadas, en ocasiones es mejor no decir nada, otras veces es mejor dar un discurso, pero sea como sea lo verdaderamente importante es una despedida es que sea el corazón el que hable, que sea sincero porque esto es lo que queda, las palabras que salen de lo profundo del interior.
Y así también nos encontramos con Pedro despidiéndose, hablando con el corazón, con palabras sinceras, "por conducto de Silvano, nuestro fiel hermano (porque así lo considero), os he escrito brevemente, exhortando y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios. Estad firmes en ella. La que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, os saluda, y también mi hijo Marcos. Saludaos unos a otros con un beso de amor. La paz sea con todos vosotros los que estáis en Cristo."
Toda la carta de Pedro tiene un centro, la vida del cristiano contiene sufrimiento y el sufrimiento es uno de los medios utilizados por Dios incluso Pedro llega a afirmar "exhortando y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios." Sí, el sufrimiento es parte de la gracia de Dios, la gracia que nos escogió y nos llevó a los pies de la cruz donde hemos encontrado vida.
¡Animémonos y permanezcamos firmes en la gracia!
No dejemos que las tormentas, el sufrimiento, el dolor, las pruebas nos tumben, no dejemos que la ansiedad por las circunstancias nos quiten la paz, dejemos nuestras almas en las manos del Padre y solamente descansemos en Él y que la paz sea con todos nosotros, porque sin duda la necesitamos.
Dios les bendiga abundantemente.

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