sábado, 7 de septiembre de 2019

Leyendo... 1 Pedro capítulo 1



LECTURA DIARIA:
1 Pedro capítulo 1

Esta carta está dirigida a "los expatriados de la dispersión" o a los cristianos judíos que fueron esparcidos por el mundo como consecuencia de la persecución a los creyentes en Jerusalén y sus alrededores.
Los primeros creyentes y líderes de la Iglesia primitiva fueron judíos. Cuando se hicieron cristianos, no renunciaron a su herencia judía.
Debido a la persecución, estos creyentes fueron esparcidos por todo el mundo romano. La persecución no detuvo la difusión del evangelio; por el contrario, sirvió para que entrara en todo el imperio. Así que entre las iglesias a las que Pedro escribió también se incluyó a cristianos gentiles.
Pedro animó a sus lectores mediante la firme declaración de que ellos habían sido escogidos por Dios el Padre. En una época únicamente la nación de Israel pudo decir que era el pueblo escogido de Dios; pero por medio de Cristo todos los creyentes, judíos y gentiles, pertenecen a Dios.
El versículo 2 menciona a las tres personas de la Trinidad: Dios el Padre, Dios el Hijo (Jesucristo) y Dios el Espíritu Santo. Los tres participan en nuestra salvación. El Padre nos escogió antes que nosotros lo eligiéramos a Él. Jesucristo el Hijo murió por nosotros siendo aún pecadores. El Espíritu Santo obra en nuestra vida para darnos salvación y nos aparta (santifica) para el servicio a Dios.
El término renacer se refiere al nacimiento espiritual (regeneración), el acto del Espíritu Santo de llevar creyentes a la familia de Dios.
Las palabras de Pedro ofrecen gozo y esperanza en tiempos de problemas, y él basa su confianza en lo que Dios está haciendo por nosotros en Jesucristo. Se nos llama a una esperanza viva de la vida eterna.
Finalmente viviremos con Cristo para siempre.
Dios nos ayudará a permanecer fieles a nuestra fe sin importar los momentos difíciles que afrontemos.
El "tiempo postrero" es el día del juicio de Cristo descrito en Romanos 14.10 y Apocalipsis  20.11-15.
Los cristianos de ese tiempo fueron objeto de persecución porque se negaron a adorar al emperador como un dios y por lo tanto se les consideraba ateos y traidores. Pusieron al descubierto y rechazaron la terrible inmoralidad de la cultura pagana.
Pedro menciona el sufrimiento varias veces en esta carta. Las pruebas nos enseñan a ser pacientes  y nos ayudan a crecer para ser la clase de personas que Dios quiere que seamos.
El oro se calienta para que suban las impurezas y así poder quitarlas, y asimismo se calienta el acero. De igual manera, nuestras pruebas, dificultades y persecuciones fortalecen nuestra fe y nos hacen útiles para Dios.
 Aunque el plan de salvación fue un misterio para los profetas del Antiguo Testamento, aun así sufrieron persecución por su fe en Dios y algunos hasta la muerte.
Después que las personas dedican su vida a Cristo, aun sienten cierta atracción por sus costumbres pasadas. Pedro nos dice que debemos ser como nuestro Padre celestial, santos en cada cosa que hacemos.
Un esclavo era "redimido" cuando alguien pagaba el dinero para comprar su libertad. Dios pagó por nuestro rescate para librarnos de la tiranía del pecado, no con dinero sino con la sangre preciosa de su propio Hijo.
El amor no fingido implica una entrega desinteresada; por esa razón, una persona egoísta no puede amar de verdad. El amor de Dios y su perdón nos libra de la posibilidad de mirarnos a nosotros mismos y nos motiva a satisfacer las necesidades de los demás. Al sacrificar Cristo su vida, nos probó que en realidad nos ama.

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