viernes, 6 de septiembre de 2019

Leyendo... 1 Pedro Introducción



LECTURA DIARIA:
1 Pedro Introducción

Pedro también llamado Simón y Cefas, fue uno de los doce discípulos escogidos por Jesús y junto con Jacobo y Juan, formó el grupo íntimo que Jesús seleccionó para una preparación y una comunión especiales. Pedro fue uno de los primeros en reconocer que Jesucristo era el Mesías, el Hijo de Dios, y Jesús le dio un puesto de liderazgo especial en la iglesia.

Aunque durante el juicio de Jesús Pedro negó conocerlo, luego se arrepintió y llegó a ser un gran apóstol.
El apóstol Pedro escribió esta carta para animar y fortalecer a los creyentes que enfrentaban pruebas y persecución bajo el emperador Nerón.
Los cristianos podían esperar persecución social y económica de tres fuentes principales: los romanos, los judíos y sus propios familiares. Todos serían mal entendidos. Algunos serían hostigados; otros serían torturados e incluso condenados a muerte.
El estado legal de los cristianos en el Imperio Romano no era muy claro. Muchos romanos seguían pensando que los cristianos eran una secta judía. Como la religión judía era legal, consideraban al cristianismo también legal, siempre y cuando los cristianos cumplieran con las leyes del imperio. Sin embargo, si los cristianos se negaban a adorar al emperador o a inscribirse en el ejército, o si participaban en disturbios civiles, podían ser castigados por las autoridades civiles.
A muchos judíos no les gustaba que se les asociara en lo legal con los cristianos. A menudo los judíos maltrataron a los cristianos, los expulsaron de la ciudad o intentaron poner en su contra a los funcionarios romanos.
La carta de 1 Pedro pudo haberse escrito sobre todo para los nuevos cristianos y para los que planeaban bautizarse. Debía advertírseles acerca de lo que tenían por delante y requerían las palabras de aliento de Pedro para ayudarles a enfrentar dicha experiencia.
Esta carta es todavía de ayuda para los cristianos que enfrenten pruebas. Muchos discípulos de Cristo en todo del mundo viven bajo gobernantes mucho más represivos que el Imperio Romano del primer siglo.
En todas partes los cristianos están sujetos a malos entendidos, ridiculizados y hasta hostilizados por sus amigos incrédulos, empleadores y miembros de la familia. Nadie está libre de catástrofes, dolor, enfermedad y muerte, pruebas que, como la persecución, nos hacen depender por completo de la gracia de Dios. Para los lectores de hoy, como también para los lectores originales de Pedro, el tema de esta carta es la esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario