sábado, 28 de septiembre de 2019

Leyendo... Judas capítulo 1



LECTURA DIARIA:
Judas capítulo 1

Judas se presenta como siervo de Cristo y hermano de Jacobo mejor conocido por ser obispo de Jerusalén y “el hermano del Señor”.

Como entendido en la fe reconoce que el tema en común a debatir entre los hermanos es la salvación de la que ahora somos participes en común. Y exhorta a contender  y combatir vehementemente por la fe que nos ha sido entregada.
En su exhortación también incluye una reconvención para recordar lo que ocurrió al pueblo que fue sacado de Egipto, cuando fueron destruidos aquellos que sembraron incredulidad.
De igual forma no se escaparon los ángeles que al no guardar la dignidad que como hijos de Dios tenían abandonaron su morada y fueron castigados bajo oscuridad en prisiones eternas esperando el gran juicio. En este versículo Judas reconoce lo sucedido y comentado por el libro de Enoc el cual comenta de manera más completa lo que el Génesis capítulo 6 nos muestra rápidamente.
También recuerda lo sucedido con Sodoma y Gomorra ciudades vecinas que fueron consumidas por el pecado sufrieron las consecuencias de sus actos y fueron consumidas por el fuego.
Judas se encuentra enérgico en contra de algunas personas las cuales llama soñadores, corrompen sus cuerpos, rechazan la autoridad espiritual y blasfeman aquello que no conocen y que tienen una potestad espiritual.
Las características de estos sujetos nos dan una idea de cómo son. Personas que corrompen su naturaleza dando rienda suelta a sus pasiones y deseos, rechazan la autoridad de aquellos que les exhortan de manera correcta, y además no tienen ningún respeto por lo espiritual, este tipo de personas deben ser evitadas, no pueden ser guía para el pueblo de Dios.
Judas también parece conocer más detalles de los que la Biblia menciona, como este, en donde el arcángel Miguel (usa su rango angelical) contiende con el adversario por el cuerpo de Moisés quien murió pero no se sabe el lugar donde ello ocurrió o al menos el Antiguo testamento no lo menciona. Su confrontación es real y nos muestra el grado de cuidado que tienen los ángeles para referirse aun al adversario.
Como Caín prefirieron servirse a sí mismos, buscaron lucrarse de la forma equivocada como lo hizo Balaam y han ido en contravía de la verdad como lo hizo el sacerdote Coré juntándolos a todos en contra de Moisés, cuyo resultado fue la destrucción de todos los que creyeron en el engaño y la mentira. 
Judas compara a aquellos que siguen la incredulidad, sus pasiones y las ganancias mal habidas como manchas en vuestra celebración de amor, solo buscan satisfacerse a sí mismos, son llevados de aquí para allá porque no están cimentados en la verdad, están muertos y sin fruto.
Su declaración enfática para quienes viven en el engaño de las tinieblas y su seguridad son determinantes para conocer el destino de aquellos que viven de esta manera.
Los que no tienen al Espíritu Santo siguen los deseos de la carne, son sensuales, coquetos, generan conflicto y división, burlaran la autoridad.
Pero quienes tienen al Espíritu Santo deben mantenerse edificados sobre la fe, orando el espíritu, conservándose en el amor de Dios y confiados en la misericordia de nuestro Señor para vida eterna.
Algunos de los que actúan guiados por sus propios deseos podrán ser reconvenidos por la iglesia para que se convenzan de la necesidad que tienen de Dios, pero otros no podrán serlo.
Serán salvos aquellos que Dios dispone que lo sean, del resto debemos tener misericordia y hablarles de la verdad, sin contaminarnos con sus malos hechos.
Termina dando toda la gloria, majestad, imperio y poder, en lo eterno al Padre y al hijo, reconociendo su esencia. Esta pequeña carta es una exhortación clara y contundente para seguir la verdad y no desviarnos, ni corrompernos por aquellos que no la predican, ni la practican, pues en estos tiempos habrán maestros y enseñanzas conforme a todos los gustos y necesidades, pero pocas conforme a la verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario