martes, 3 de septiembre de 2019

Leyendo... Santiago capítulo 3



LECTURA DIARIA:
Santiago capítulo 3

Dios nos quiere decir aquí que no busquemos ser sabios por la sabiduría misma, porque daremos cuenta también de nuestra conducta en base a nuestro conocimiento.

No quiere decir que si ignoramos completamente Su Palabra seremos absueltos, lo que nos dice es que, no tendremos excusa alguna delante de DIOS por nuestra inconducta.
Es por eso que Dios nos está llamando a acercarnos a Él, pero predispuestos a cambiar, preparados para hacer su voluntad.
De esta manera introduce un tema por demás polémico, pero a la vez tan actual.
Nos habla de la lengua, de nuestra manera de hablar y del contenido de nuestras palabras y su consecuencia. Pone para esto, el ejemplo del timón del barco, estos por más grandes que sean, son dirigidos por un pequeño timón. Lo mismo pasa con nuestra vida.
Dios nos conoce tan bien, es que nos llama la atención sobre lo que hablamos.
Nuestra tendencia cultural, hace que nos volquemos hacia lo filosófico.
Debemos ser coherentes en nuestra forma de hablar y de actuar, dejar que Dios nos transforme, hasta querer lo mejor para nuestro prójimo y ser parte de la solución y de las herramientas que Él utilice, para dar respuesta a las necesidades a nuestro alrededor.
Dios nos dice aquí cual es el verdadero origen y sentido de la sabiduría.
Buena conducta y humildad, dos características que no son abundantes hoy en día, dado que muchos, llevados por sus títulos, por sus estudios, o sus puestos de poder, se llenan de soberbia, frente a su prójimo.
Si queremos recoger paz, debemos sembrar en paz, así cuando cosechamos, podemos recoger abundantes muestras de bondad y mansedumbre.
Esta sabiduría, proviene de Dios, es inspirada por Él, respaldada y bendecida por Él.
Aquella sabiduría que llena de soberbia, de orgullo, que hace creer a las personas que son superiores, y que por tanto pueden manejar los destinos de nuestro prójimo a su antojo, y en su propio provecho, la Biblia nos enseña que esa sabiduría es satánica y que su premio será tan solo la condenación.

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