sábado, 4 de noviembre de 2017

Leyendo... Salmos 44

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LECTURA DIARIA:
Salmos 44

La frase "Echaste las naciones" se refiere a la conquista de Canaán (la tierra prometida) descrita en el libro de Josué. Dios le dio a Israel la tierra donde debían entrar y expulsar a todos los malvados y que se oponían a El. Se le dijo a Israel que se estableciera en la tierra y fuera un testigo para el mundo del poder y del amor de Dios.
Rodeado de enemigos, el salmista recordó lo que Dios hizo por su pueblo y se animó.
Solo Dios es digno de confianza. Nunca nos abandonará. A pesar de su fe (44.17) y obediencia (44.18) a Dios, derrotaron a Israel. El salmista no entendía por qué Dios permitió que esto sucediera, pero no perdió la esperanza de descubrir la respuesta (44.17-22). A pesar de que sentía que su sufrimiento era inmerecido, reveló la verdadera razón de su sufrimiento. Sufría porque estaba comprometido con Dios.
El salmista gritó a Dios que redimiera a su pueblo por causa de su misericordia. "Somos contados como ovejas para el matadero". Nada puede separarnos del amor de Dios, ni siquiera la muerte (Romanos 8.36-39).
Las palabras del salmista sugieren que no creyó que Dios lo hubiera abandonado. En vez de eso, instó a Dios para que apresurara su ayuda, preguntándose por qué Dios parecía dormido.
La ayuda viene de Dios. La victoria es dada por Dios. La restitución es de Dios. La fidelidad es de Dios. La súplica es de su pueblo rescatado.

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