LECTURA DIARIA:
Salmo 48
El salmista celebra aquí la grandeza de Dios, su fortaleza, su misericordia, su justicia y sus juicios, como se ven en Sión con sus torres y murallas.
El monte Sión ejemplifica la majestad de Dios, su fortaleza protectora, sus atributos de benevolencia, misericordia y justicia y su eternidad.
El gran Rey y su ciudad son inseparables, como Dios y la casa de David.
El Salmo tiene tres estrofas: 1) Un llamado indirecto a alabar a Dios, el gran Rey en el monte de Sion (versículos 1-3). 2) La razón de la alabanza: reyes enemigos contemplan con terror la fortaleza de Dios que se manifiesta en la ciudad (versículos 4-7) y los fieles adoradores se regocijan en sus sublimes atributos (versículos 9-11). 3) Se exhorta a los fieles a caminar alrededor del monte Sion y reflexionar sobre su fortaleza simbólica (versículos 12-14).
El versículo 8 es el versículo central y se une con los versículos 4-7 al hablar acerca de Dios y con los versículos 9-11 al usar “nosotros”.
El Salmo formaba parte de la música de Israel para los festivales anuales incluyendo la Fiesta de los Tabernáculos cuando el pueblo celebraba los beneficios de los triunfos militares del Señor.
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