martes, 28 de noviembre de 2017

Leyendo... Salmo 68

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LECTURA DIARIA:
Salmo 68

Este salmo comienza de la misma manera que el clamor de Moisés en Números 10.35 cuando los israelitas seguían el arca del pacto. David y su pueblo llevaron el arca santa hacia el monte de Sion (2 de Samuel 6.15). Era el momento de cantar alabanzas al Señor, cuya presencia traía gran gozo. 
David alabó a Dios por su protección y sustento.
Esta era una canción de fe, ya que la mayoría de estos beneficios aún no habían llegado en el tiempo de David. También es un cántico de fe para nosotros.
El monte Sinaí servía como recordatorio para el pueblo de las palabras y las promesas de Dios. Este salmo celebra las etapas finales de un viaje que comenzó en el monte Sinaí con la construcción del arca y que terminó adecuadamente en el monte Sion (sitio del santuario), el lugar escogido para la morada de Dios en su pueblo.
Dios libera a su pueblo y aplasta a sus enemigos. La salvación es la libertad del pecado y de la muerte. El pecado y la muerte aplastarán a quienes se niegan a volverse a Dios. Los atrapará el pecado que amaban y los destruirá la muerte que temían. Cuánto mejor será para los que aman a Dios y temen las consecuencias del pecado, porque Dios los cuida.

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