jueves, 16 de noviembre de 2017

Leyendo... Salmo 56


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LECTURA DIARIA:
Salmo 56

El Salmo surge de una de las peores crisis en la vida de David, un peligro real que sólo la mano de Dios podría evitar.
David afirma: "¿Qué puede hacerme el hombre?" ¿Cuánto daño puede hacernos la gente? Puede causarnos dolor, sufrimiento y muerte. Pero nadie nos puede robar nuestras almas ni el futuro más allá de esta vida.
Lo peor que podemos hacer es apartarnos de Dios y perder nuestro futuro eterno. Jesús dijo: "No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar" (Mateo 10.28).
En su lugar, debemos temer a Dios. Aun en nuestra tristeza más profunda, ¡Dios se interesa por nosotros! Jesús nos recordó un poco más acerca de cuánto nos comprende Dios: conoce la cantidad de cabellos que hay en nuestra cabeza (Mateo 10.30).
A menudo tambaleamos entre la fe y el temor. Confiar en Dios cuando no haya ninguna razón de temer puede ser una fe sólo nominal.
Dice Spurgeon: “Pero confiar en Dios cuando las razones para alarma son muchas y agobiantes es la fe vencedora de los elegidos de Dios.”
¿Cómo puede uno aumentar su fe? La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo (Romanos 10.17).

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