TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Yendo
ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le
dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el
Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Y dijo a otro: Sígueme. Él
le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le
dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino
de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me
despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que
poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”.
Lucas
9. 57 – 62.
A
Jesús le costó la vida, él pasó el sufrimiento más grande que un hombre pudiera
jamás experimentar. Ahora ¿nos cuesta a nosotros también algo, ser cristianos?
¿Cuál es el costo de seguir a Jesús?
Vemos
que mucha gente lo seguía porque no sabían el costo, creían que él era el
libertador que esperaban, quien los iba a poner en el primer lugar de todas las
naciones, quien les iba a devolver toda la gloria que Israel tenía cuando David
era su Rey, creían que les iba a quitar de encima el yugo del imperio romano,
pues les dio de comer, multiplicó los panes y los peces, hizo milagros de
sanidad, libertó endemoniados, que más podían pedir.
En
la palabra de hoy Jesús le está advirtiendo a un hombre, desde un principio que
no sería fácil seguirle, que habría un costo que pagar. Pues, no pagamos nada
por la salvación, pero seguirle a EL tiene un costo.
Jesús
desde ya le estaba diciendo que seguirle a EL no garantizaba bienestar en esta
tierra, sino más bien sufrimientos, hambre, persecución, peligros, desnudes,
etc.
Jesús
no vino a entregar un mensaje que agradara a la gente, que les hiciera sentir
bien, que les levantara su autoestima, que fuera motivacional, que fuera
atractivo, Jesús no vino a entregar un mensaje al gusto del hombre, sino conforme
al corazón de su Padre.
¿Estamos
dispuestos a pagar el precio para seguirle auténticamente?
Ser
cristiano legítimo, tiene un precio.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario