TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Ustedes
estudian las Escrituras con mucho cuidado, porque esperan encontrar en ellas la
vida eterna; sin embargo, aunque las Escrituras dan testimonio de
mí, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida”.
Juan
5. 39 – 40
El
concepto bíblico de la vida es mucho mayor al concepto de la vida biológica o
social que tiene el ser humano.
La
vida humana física se determina por el tiempo desde nuestra concepción, nuestro
desarrollo humano, hasta nuestra muerte biológica, es un tiempo limitado, con
algunas diferencias frente a los animales, en cuanto a la conciencia, la
voluntad y la razón.
Sin
embargo la vida que nos ofrece Jesús tiene otra naturaleza. Una vida donde al
morir al pecado, por la fe en Él, iniciamos de nuevo, pero no hay un límite de
tiempo, esto es la eternidad.
El
pecado hace que la vida sea limitada; al morir Jesús en pago por nuestros
pecados, nos concede salir de la muerte y por medio de la fe en Él, obtener la
vida eterna.
Esta
promesa además de ser inmediata, nos da esperanza en una vida diferente, plena
y llena de paz, y se logra por medio de la fe; cuando escudriñamos las
escrituras, estas nos llevan a Jesús; ese fue el propósito de que se
escribieran, que nos mostraran la forma y nos dieran la fe para ir a Cristo,
para ir a la vida eterna.
Podemos
hoy mismo, iniciar el estudio de la
Biblia, con una consecuencia: Que al estudiarla nos encontraremos de frente con
la fuente de la vida eterna: Jesucristo.
Dios
les bendiga abundantemente.
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