TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Al
oír estas enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron:
Esto
que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso?
Jesús,
dándose cuenta de lo que estaban murmurando, les preguntó:
¿Esto
les ofende? ¿Qué pasaría entonces, si vieran al Hijo del hombre subir a
donde antes estaba? El espíritu es el que da vida; lo carnal no
sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida”. Juan 6. 60 – 63.
El
Señor sabe que nuestro sustento, nuestra vida abundante y nuestra bendición
está en su Palabra.
Lo
que pronunció Jesús cuando vino a la tierra, cada palabra que ha salido de la
boca del Señor y que ha llegado a nosotros primero por medio de escribas y
profetas, y ahora reunida y terminada magistralmente en la Biblia, es lo que
nos da vida.
Es
decir, más que el alimento sólido, o las cosas físicas, nuestra necesidad vital
es su Palabra, este es el verdadero alimento que Jesús dejó y que ha sido
malinterpretado a pesar de que Él mismo aclaró que cualquier ritual, simbolismo
o práctica religiosa no nos aprovecharía de nada, sino su Palabra, porque son
espíritu y son vida.
Su
Palabra es el alimento que juntamente con la guía de su Espíritu nos lleva a
vencer la carne (tentaciones, deseos, malos pensamiento, independencia de
Dios), y a vivir en comunión con mi prójimo. (Colosenses 2.23).
Dios
les bendiga abundantemente.
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