UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡SI
YO NO PUEDO, TÚ PUEDES!
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en
la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
(Gálatas 2.20)
Gálatas
2.20 es un versículo que conocemos bien. Sabemos que la vida vencedora es que
Cristo vive en nosotros. La pregunta es ¿cómo podemos entrar en la experiencia
de esta vida?
Cristo
desea ser nuestra vida y puede hacernos victoriosos; pero, ¿cómo puede El ser
nuestra vida?
Conocemos
la salvación efectuada en la cruz; pero, ¿cómo podemos unirnos a esta
salvación? La pregunta es ¿cómo podemos unirnos a Cristo y qué debemos hacer
para que Él llegue a ser nuestra vida y viva en nosotros?
En
medio del versículo encontramos una expresión maravillosa: “Y ya no vivo
yo, mas vive Cristo en mí”.
¿Qué
significa “ya no vivo yo, mas Cristo”? Estas seis palabras significan victoria.
Se
refieren a la vida vencedora de la que hemos estado hablando. Si a “ya no vivo
yo” añadimos “más Cristo” tenemos la victoria, y todos los problemas quedan
resueltos.
Pero
todavía quedan algunas preguntas. ¿Cómo puede un cristiano dejar de ser él para
ser Cristo? ¿Cómo puede uno obtener esta vida?
Tenemos
que ver cuál fue el punto de partida de Pablo en el que comenzó a experimentar
esto de, ya no vivo yo, mas Cristo.
Si
podemos descubrirlo, podremos tomar el mismo camino y también
experimentaremos ya no vivo yo, mas Cristo. Por lo tanto, tenemos que
atravesar por lo que Pablo atravesó y seguir el mismo camino que él tomó. Su
camino también debe ser el nuestro.
Necesitamos
comenzar desde la primera oración de este versículo. Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.
¿Cuántos
años hemos escuchado acerca de la doctrina de la crucifixión con Cristo?
¿Cuán
efectiva es en cada uno de nosotros? ¿Tenemos el poder que Pablo tenía? Hemos
conocido la doctrina de la crucifixión con Cristo por más de diez, veinte o
treinta años, pero no ha producido un resultado en nosotros.
Cuando
el Señor Jesús fue clavado en la cruz, nosotros no le matamos, ni nos matamos a
nosotros mismos. Cristo mismo murió allí, y DIOS nos incluyó en Su muerte.
Aunque
vimos que DIOS nos crucificó, no sabemos cómo debemos considerar nuestra propia
crucifixión.
DIOS
considera nuestro caso imposible y sin esperanza. La carne es completamente
corrupta, y no existe otra solución que la muerte. Por tanto, nos incluyó en la
crucifixión de Cristo. No tenemos esperanza; la única solución es la muerte.
Es
inútil tratar de repararnos o remendarnos. No existe ninguna posibilidad de
enmienda, y tampoco podemos cambiarnos a nosotros mismos. Somos completamente
inútiles y no hay otra cosa que podamos hacer, excepto morir.
Por
consiguiente, DIOS nos incluyó en la muerte del Señor Jesús. DIOS muestra cómo
nos evalúa al ponernos en la cruz.
Tenemos
que permanecer sobre esta base constantemente.
Este
es el significado de ser crucificado juntamente con Cristo.
Recordemos
que la condición para obtener la victoria es reconocer que somos incapaces y
que la barrera más grande es intentar hacerlo por nosotros mismos. La victoria
procede de Cristo, y es el Cristo que vive en nuestro lugar. La vida vencedora
requiere que tomemos una posición firme y declaremos: “No puedo hacer nada y no
seguiré intentándolo.
No
tratemos ya de labrar nuestra propia victoria. Si hacemos esto, venceremos.
DIOS no puede hacer nada por aquellos que constantemente tratan de hacer algo.
Cristo
vive en nosotros a fin de expresarse por medio de nosotros. Debemos rechazar
por completo nuestros propios esfuerzos antes de que Cristo pueda expresar Su
vida por medio de nosotros.
Si
tratamos de ayudarlo sólo un poco y comenzamos a introducir obras humanas, Su
gracia se irá. Si Cristo no vence en nuestro lugar, cualquier victoria que
tengamos, será algo nuestro. El poder de Cristo no tiene como fin suplir lo que
nos falta.
Él
quiere vivir en nuestro lugar. Si deseamos que Cristo viva en nuestro lugar, no
debemos vivir nosotros, y para eso nuestro lugar es la cruz.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario