miércoles, 22 de agosto de 2018

Un momento... ESTAD QUIETOS



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
ESTAD QUIETOS

Una de las cosas imposibles en un niño es el estar quieto. Una de las características principales de los niños es su actividad, incluso los hay hiperactivos.
Esto no quiere decir que son niños malos por ser así, lo bueno es que lo travieso, lo inquieto de los niños, en la mayoría de los casos pasa, y se convierten en quietos en algunas cosas pero inquietos en otras cosas, pero ya más tranquilos, maduros y conscientes de lo que hacen.
Es normal ver niños inquietos en esta edad pero los padres deben hacer algo para controlarlos  o aprovechar su energía para cosas más beneficiosas. Lo que no es ni normal y mucho menos aceptable que jóvenes, y adultos se comporten como niños inquietos, desesperados, y traviesos.
Lo opuesto de la quietud, es la inquietud. Cuando leemos algunos Salmos como el 37, y el 46.10, el salmista habla de una quietud espiritual y emocional y no la física la cual hemos mencionado.
La pregunta que surge de inmediato es, ¿Qué significa la frase estad quietos, guardar silencio, deleitarse en el Señor? Esto tiene que ver con una de las virtudes que el apóstol Pablo llegó a desarrollar, experimentar y disfrutar; producto de su íntima relación con DIOS.
Es la experiencia del contentamiento, el arte de vivir satisfecho, tranquilo, contento, en todo tiempo y en medio de cualquier circunstancia. Esta es la invitación de David, que él mismo está intentando aprender, desarrollar y experimentar, estar tranquilo, quieto, sosegado no importando la circunstancia que esté viviendo.
Esta es una de las virtudes que necesitamos encarecidamente aprender. En esta experiencia espiritual está envuelta la fe, dependencia, confianza,  conformidad espiritual, y la satisfacción en DIOS, la seguridad que se tiene en DIOS de que él cuida de uno, que él provee para cada uno, que él está en control de todo lo que nos pasa.
También es tener la sensación de  seguridad interna, convicción profunda, de que Él cumplirá en el momento justo sus promesas.
Solo quien ha llegado a conocer a DIOS, no solo de DIOS, sino a DIOS adquiere esta virtud maravillosa de estar quietos, de guardar silencio sin desesperarse, de estar tranquilo aun cuando todo aparentemente es negativo, y se deleita en guardar con seguridad a DIOS.
La sociedad en que vivimos es demasiado individualista, materialista y consumista. Vivir en una sociedad así a veces es asfixiante, estresante, desesperante y hasta deprimente. Si nuestro estado de ánimo dependiera de esta sociedad o de lo que esta sociedad nos ofrece, nunca aprenderíamos a vivir contentos, siempre estaríamos intranquilos, inquietos, insatisfechos, y buscando diferentes satisfacciones y sin poder llegar a sentirnos satisfechos con nada.
Es por ello que David dice, “Estad quietos, y esperad, guarda silencio delante de él, espera en él y él lo hará”. Necesitamos buscar la fuente de la quietud, de la paz, de la tranquilidad, del contentamiento, de la satisfacción, del deleite verdadero, que es DIOS. Esto requiere fe en DIOS, dependencia, entrega, conocerle de cerca, relación íntima, y amor.
La invitación es a desarrollar esta gran virtud del contentamiento, porque este es el secreto para estar quietos en el Señor. No hay cosa más linda que estar quietos espiritualmente en el Señor, y practicar una vida de seguridad, alegría, satisfacción y deleite.
Si estamos inquietos por algo, si estamos desesperados por alguna cosa hasta el punto que nos hace sentirnos tristes pero no sabemos por qué, y desanimados; pongamos nuestra mirada en este momento en DIOS, oremos a Él, contémosle lo que nos pasa, lloremos ante su trono, dejemos caer nuestras penas delante de Él, y nos sentiremos más livianos y liberados. Después continuemos creyendo en Su palabra y no dejemos de dar gracias por nuestra vida y lo que te pasa porque Él hará.
Dios los bendiga abundantemente.

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