UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
ESTAD
QUIETOS
Una
de las cosas imposibles en un niño es el estar quieto. Una de las
características principales de los niños es su actividad, incluso los hay
hiperactivos.
Esto no quiere decir que son niños malos por ser así, lo bueno es
que lo travieso, lo inquieto de los niños, en la mayoría de los casos pasa, y
se convierten en quietos en algunas cosas pero inquietos en otras cosas, pero
ya más tranquilos, maduros y conscientes de lo que hacen.
Es
normal ver niños inquietos en esta edad pero los padres deben hacer algo para
controlarlos o aprovechar su energía para cosas más beneficiosas. Lo que
no es ni normal y mucho menos aceptable que jóvenes, y adultos se comporten
como niños inquietos, desesperados, y traviesos.
Lo
opuesto de la quietud, es la inquietud. Cuando leemos algunos Salmos como el
37, y el 46.10, el salmista habla de una quietud espiritual y emocional y no la
física la cual hemos mencionado.
La
pregunta que surge de inmediato es, ¿Qué significa la frase estad quietos,
guardar silencio, deleitarse en el Señor? Esto tiene que ver con una de las
virtudes que el apóstol Pablo llegó a desarrollar, experimentar y disfrutar;
producto de su íntima relación con DIOS.
Es
la experiencia del contentamiento, el arte de vivir satisfecho, tranquilo, contento,
en todo tiempo y en medio de cualquier circunstancia. Esta es la invitación de
David, que él mismo está intentando aprender, desarrollar y experimentar, estar
tranquilo, quieto, sosegado no importando la circunstancia que esté viviendo.
Esta
es una de las virtudes que necesitamos encarecidamente aprender. En esta
experiencia espiritual está envuelta la fe, dependencia, confianza,
conformidad espiritual, y la satisfacción en DIOS, la seguridad que se
tiene en DIOS de que él cuida de uno, que él provee para cada uno, que él está
en control de todo lo que nos pasa.
También
es tener la sensación de seguridad interna, convicción profunda, de que Él
cumplirá en el momento justo sus promesas.
Solo
quien ha llegado a conocer a DIOS, no solo de DIOS, sino a DIOS adquiere esta
virtud maravillosa de estar quietos, de guardar silencio sin desesperarse, de
estar tranquilo aun cuando todo aparentemente es negativo, y se deleita en
guardar con seguridad a DIOS.
La
sociedad en que vivimos es demasiado individualista, materialista y consumista.
Vivir en una sociedad así a veces es asfixiante, estresante, desesperante y
hasta deprimente. Si nuestro estado de ánimo dependiera de esta sociedad o de
lo que esta sociedad nos ofrece, nunca aprenderíamos a vivir contentos, siempre
estaríamos intranquilos, inquietos, insatisfechos, y buscando diferentes
satisfacciones y sin poder llegar a sentirnos satisfechos con nada.
Es
por ello que David dice, “Estad quietos, y esperad, guarda silencio delante de
él, espera en él y él lo hará”. Necesitamos buscar la fuente de la quietud, de
la paz, de la tranquilidad, del contentamiento, de la satisfacción, del deleite
verdadero, que es DIOS. Esto requiere fe en DIOS, dependencia, entrega,
conocerle de cerca, relación íntima, y amor.
La
invitación es a desarrollar esta gran virtud
del contentamiento, porque este es el secreto para estar quietos en
el Señor. No hay cosa más linda que estar quietos espiritualmente en el Señor,
y practicar una vida de seguridad, alegría, satisfacción y deleite.
Si
estamos inquietos por algo, si estamos desesperados por alguna cosa hasta el
punto que nos hace sentirnos tristes pero no sabemos por qué, y desanimados; pongamos
nuestra mirada en este momento en DIOS, oremos a Él, contémosle lo que nos
pasa, lloremos ante su trono, dejemos caer nuestras penas delante de Él, y nos
sentiremos más livianos y liberados. Después continuemos creyendo en Su palabra
y no dejemos de dar gracias por nuestra vida y lo que te pasa porque Él hará.
Dios los bendiga abundantemente.
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