jueves, 9 de agosto de 2018

Un momento... ¿CÓMO SÉ LO QUE DIOS QUIERE?



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿CÓMO SÉ LO QUE DIOS QUIERE?

Cuando alguien comienza a orar pidiendo dirección para algo específico, además de estar haciendo lo correcto ante los ojos del Señor, al mismo tiempo se expone a la duda clásica: ¿Será voluntad de DIOS?
¿Será ocurrencia mía? ¿Hay un método para conocer la voluntad de DIOS?
Los hijos de DIOS pueden y deben conocer la voluntad de DIOS.
La Palabra de DIOS dice: “No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto”.  Romanos 12.2.
El conocimiento de la voluntad de DIOS se relaciona con la persona; y no tiene nada que ver con la técnica. Cuando el Señor atrae a los hombres, no los atrae a todos de la misma manera o por las mismas causas.
Nosotros somos los que nos gustan de las generalizaciones y las metodologías, DIOS no, de ninguna manera. Él se maneja con cada uno de nosotros como lo que somos: hijos individuales y únicos regidos por patrones diferentes.
Muchos aman las verdades de la Biblia. Desean conocer más de estas verdades y esperan que otros puedan ser edificados con ellas. Pasan horas estudiando la Biblia y son versados en estudios bíblicos. Cuando no pueden interpretar un pasaje, se sienten frustrados.
Tales personas sólo se acercan a la Biblia con su mente. No llevan necesariamente una vida cristiana apropiada. Hay que admitir que es difícil llevar una vida cristiana auténtica sin usar la mente.
Pero aquellos que sólo tienen una comprensión intelectual de las doctrinas, no experimentan la vida cristiana que es apropiada. Porque la vida conforme a Cristo, es un algo que nos sale desde adentro, no hay modo en que pueda entrarnos desde afuera.
Hay otro grupo de personas que no son tan brillantes; no son muy versadas, pero tienen mucho celo. Ríen y lloran con gran facilidad. Tienen sus emociones a flor de piel. Cuando tocan la Biblia, son conmovidas fácilmente.
Se mueven solamente cuando sienten que algo arde en su interior. En su celo, les predican a todos los que se encuentran.
Pero cuando su celo se desvanece, ni siquiera diez personas lograrían hacerlos mover un solo centímetro. Tocan a otros con su emotividad. Cuando se encuentran avivados, tienen un buen concepto de sí mismos, pero cuando se enfrían, nada hará que los haga emprender algo. Tales cristianos no son útiles al Señor.
Supongamos que un hombre tiene una mente despejada delante del Señor, unas emociones equilibradas, un buen conocimiento de la Biblia, y celo por servir a otros. Todas estas cosas son maravillosas, pero si el Señor nunca ha tocado su persona, no puede servir debidamente a DIOS.
Necesitamos que DIOS toque nuestra voluntad.
Muchos se comunican con el Señor valiéndose de su mente y de sus emociones. Son pocos los que se comunican con El usando su voluntad. Es fácil encontrar creyentes que valoran las doctrinas de la Biblia.
No han entregado su voluntad plenamente al Señor.
Debemos consagrar nuestra voluntad incondicionalmente al Señor y ser disciplinados por Él. Antes de ofrecer algún servicio válido al Señor, debemos permitirle que guíe nuestra mente y nuestra parte emotiva, a fin de no ser gobernadas por una mente activa ni ser impulsadas por las emociones.
Cuando alguien pregunta, ¿Cómo conocer la voluntad de DIOS? Todos nosotros ya deberíamos tener una respuesta clara al respecto. La voluntad de DIOS sólo es revelada a quienes han consagrado su voluntad a Él.
Él no nos obliga a hacer nada, pues siempre espera que nosotros estemos dispuestos.
No es tan importante conocer la voluntad de DIOS como estar dispuestos a hacerla. Tenemos que decirle al Señor: “No se haga mi voluntad, sino la Tuya”.
Cuando pongamos a un lado nuestro yo, conoceremos la voluntad de DIOS.
Dios les bendiga abundantemente.

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