sábado, 18 de agosto de 2018

Leyendo... Ezequiel Introducción



LECTURA DIARIA:
Ezequiel Introducción

Ezequiel  sirvió como profeta entre los cautivos en Babilonia desde 593 a.C. hasta 571 a.C. Ezequiel y su pueblo son llevados en cautiverio a Babilonia. Los judíos son extranjeros en una tierra extraña gobernada por un gobierno autoritario.

El nombre “Ezequiel” significa “Dios es fuerte” o “Dios fortalece”. En un sentido muy real, esto resume el mensaje básico del libro: a pesar del cautiverio, la soberana fortaleza de Dios prevalecía, y castigaría a sus enemigos y restauraría a su verdadero pueblo.
Debido a los pecados del pueblo, Dios había permitido la destrucción de Judá. Sin embargo, todavía había esperanza: Dios prometía restaurar la tierra a los que permanecieran fieles a Él.
Dios nunca se olvida de los que fielmente buscan obedecerle. Tienen un futuro glorioso por delante.
Contemporáneo de  Daniel (605-536) Habacuc (612-588) Jeremías (627-586)
Dios se comunicaba con Ezequiel en visiones. Una visión es una revelación milagrosa de la verdad de Dios. Estas visiones nos parecen extrañas porque son apocalípticas. Esto significa que Ezequiel veía imágenes simbólicas que expresaban vívidamente una idea.
Visiones es un término especial utilizado por Ezequiel para anunciar sus revelaciones más importantes, siempre junto a la palabra «Dios», a fin de indicar su origen. Recibidas mientras estaba despierto, constituían verdaderos panoramas visuales, parece que acompañados por la voz de Dios.
Ezequiel, nacido y criado en Judá, se preparaba para el sacerdocio en el templo de Dios cuando los babilonios atacaron en 597 a.C. y se lo llevaron junto con diez mil cautivos más. La nación estaba al borde de la destrucción completa. Cuatro o cinco años más tarde, cuando Ezequiel tenía treinta años (la edad normal para ser sacerdote), Dios lo llamó a ser profeta. Durante los primeros seis años que Ezequiel ejerció en Babilonia, Jeremías predicaba a los judíos que aún permanecían en Judá y Daniel servía en la corte de Nabucodonosor. El río Quebar desembocaba en el Eufrates en Babilonia y allí se estableció un grupo de cautivos judíos.
La gente que estaba en el cautiverio perdió su perspectiva del propósito de Dios y su presencia, y Ezequiel fue a ellos con una visión de Dios para mostrarles la tremenda gloria y santidad de Él y advertirles las consecuencias del pecado antes de que fuera demasiado tarde.
El último mensaje fechado que Dios le dio a Ezequiel fue en 571 a.C. Lo llevaron cautivo durante la segunda invasión babilónica de Judá en 597 a.C. Los babilonios invadieron Judá por tercera y última vez en 586 a.C. y destruyeron completamente Jerusalén, quemaron el templo y deportaron al resto del pueblo. Ezequiel fecha todos sus mensajes desde el año en que lo llevaron cautivo. Su primera profecía a los cautivos la pronunció cuatro o cinco años después de estar en Babilonia.

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