UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿DE
DÓNDE VIENE NUESTRA AYUDA?
Uno
de los salmos más memorizados de toda la Biblia es el salmo 121. Le
llaman el salmo del viajero. Popularmente lo han entendido de otra
manera, específicamente el versículo1 al decir, ¿De dónde vendrá mi
socorro?
El
salmista está pensando en DIOS, que él es su socorro, su auxilio, y su
ayuda.
Este
salmo además de expresar la necesidad de la ayuda de DIOS, hace una clara
declaración teológica de lo que significa DIOS para el salmista, pero también
lo que es DIOS, su poder, su grandeza, y su majestuosidad.
Ese
socorro que es DIOS, es “su” socorro, expresa relación personal muy profunda,
pues dice “mi socorro” dos veces (v.1). Su socorro es el Creador de los
cielos y la tierra, es dueño de todo (v.2).
Es
interesante que no solo hizo el universo y todo cuanto en Él hay sino que lo
cuida, mantiene, y protege “él es el guardador” no solo de Israel, sino de toda
la humanidad y de la creación misma, porque le pertenece a Él (v.4,5).
Pero
además de decir quién es, también describe lo que es capaz de hacer, v.3, 6,8.
Si
le pertenecemos a DIOS por derecho de creación, él promete cuidarnos
mientras estemos en la tierra, pero si le pertenecemos por derecho de
redención, él promete protegernos por toda la eternidad.
El
salmista acá es más específico al decir que DIOS cuida de sus hijos desde que
se levantan hasta que se acuestan, pero también durante la noche, el mismo
salmista dice que DIOS está velando el sueño, cuidando que no pasa nada a sus
hijos.
Él
es el guardador no solo de Israel, sino de todo el que teme a
Jehová. Él nos cuida en el día, en la noche, nos protege de
todo mal, y jamás dejará que toquen nuestra alma, ésta solo le pertenece a él,
por ser el Creador.
Qué
hermoso es saber que nuestro DIOS nos cuida cada vez que salimos de
nuestra casa. Saber esto es algo grandioso sabiendo la clase de tiempo de
inseguridad en que estamos viviendo, la pérdida de valores de la sociedad, como
el respeto a los demás, a la propiedad ajena, el valor de la vida,
etc.
Esta
gran seguridad que tiene el salmista en DIOS, en la obra de DIOS en su favor, y
el de Israel, es la misma que todo cristiano debe sentir en DIOS.
Él
es nuestro socorro, lo podemos llamar en todo momento, podemos pedir auxilio
desde donde estemos, no importa lo que nos esté pasando, solo recordemos que podemos
contar con su ayuda incondicionalmente.
Es
un asunto de fe, dependencia, confianza en DIOS, no en el dinero, no en la
medicina, no en los títulos, no en los jefes, no en los familiares, no en lo
que tenemos o podemos hacer, sino en DIOS, porque él es invencible y todo lo
puede hacer.
Además,
si somos hijos de DIOS, le pertenecemos a DIOS por derecho de creación y
redención.
Él
está comprometido en cuidarnos, Él mismo ha jurado por sí mismo, porque no hay
otro mayor por quien jurar. Así que, él ha prometido cuidarnos, ayudarnos en
todo momento.
La
próxima vez que nos encontremos en problemas, o si hoy mismo lo estamos,
clamemos a DIOS, pidamos ayuda a él, y confiemos porque él si nos ayudará
incondicionalmente.
Él
está cerca de nosotros todos los días, él está dentro de nosotros en todo
momento, no olvidemos que podemos contar con él, no confiemos en lo demás,
confiemos solo en él y él lo hará.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario