UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EMOCIONES
PELIGROSAS
Las
emociones constituyen la parte espiritual más ligada a los sentidos físicos. De
la misma manera que el espíritu se une con el alma a través de la voluntad, hay
un puente similar entre el alma y el cuerpo a través de los sentidos y las
emociones.
Hebreos
5.14 “Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los
que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y
del mal”. Este versículo está hablando de los sentimientos, de las emociones.
Dice: el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez. Es decir
que la madurez cristiana se alcanza, no llega desde los aires mágicamente.
La
madurez cristiana, no tiene nada que ver con la edad, con el tiempo que llevamos
en la iglesia y mucho menos con el cargo o la posición que ocupemos dentro de
la iglesia. Cristianamente la madurez tiene que ver con el ejercicio de las
emociones.
Nuestras
reacciones ante determinadas circunstancias, marcan nuestra madurez cristiana,
el dominio de nosotros mismo.
Por
eso el versículo dice que el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez.
Para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados.
Es
decir que la madurez cristiana, nuestra relación con DIOS, depende, y va a dar
como fruto, que nuestros sentidos estén ejercitados.
La
mente se renueva, la voluntad se somete a DIOS, y las emociones se ejercitan.
La mente se renueva por la palabra, oyendo el Logos de DIOS, oyendo a Cristo.
La
voluntad se somete a DIOS. No existe la oración de: “Señor… cámbiame, renuévame.”
Nadie puede pedirle a DIOS que haga lo que Él dijo, exactamente, que tenemos
que hacer nosotros. Romanos 12.2 no dice: “Permitidme que os renueve”;
dice: Renovaos.
La
palabra dice: “¡Amarás a tu prójimo!” No es una sugerencia, es una orden.
Entonces, los sentidos se ejercitan. ¿Cómo? En el discernimiento del bien y del
mal.
Vivimos
en un mundo que actúa por emociones. Las emociones no son confiables. Porque el
alma, a través de las emociones, recibe contacto con el mundo exterior.
En
los cristianos que están creciendo en madurez, hay una característica
sobresaliente: son personas que no son heridas fácilmente. Porque cuando una
persona es herida fácilmente, que cualquier cosa afecta su vida, es porque
todavía no es un cristiano guiado por la palabra de DIOS, sino por sus
emociones.
¿Cuál
es un cristiano maduro? Aquel que marca una línea de conducta, pese a las
circunstancias de la vida. Aquel que permanece. Que ora a tiempo y fuera de
tiempo. Sirve en la alegría y en la angustia.
¿Cómo
se madura? Dejándonos ministrar por la Palabra.
Porque a medida que la palabra de DIOS va actuando en nosotros y nosotros vamos sujetando nuestras emociones a la Palabra de DIOS, nos volvemos impredecibles porque ya no reaccionamos según la carne. Porque dice la Biblia que el que es nacido del Espíritu, es como el viento, que nadie sabe de dónde viene y no se sabe para adónde va. Cuando nosotros tenemos el Espíritu de DIOS, nosotros no vamos a reaccionar según YO, sino que vamos a reaccionar según ÉL.
Porque a medida que la palabra de DIOS va actuando en nosotros y nosotros vamos sujetando nuestras emociones a la Palabra de DIOS, nos volvemos impredecibles porque ya no reaccionamos según la carne. Porque dice la Biblia que el que es nacido del Espíritu, es como el viento, que nadie sabe de dónde viene y no se sabe para adónde va. Cuando nosotros tenemos el Espíritu de DIOS, nosotros no vamos a reaccionar según YO, sino que vamos a reaccionar según ÉL.
Dios
les bendiga abundantemente.
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