UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
OTRA
FACETA DEL RESPETO
Es
posible que a todos nos haya pasado de emitir un juicio de una persona, a veces
sin conocerla, pero es más frecuente que hagamos esto acerca de una persona que
ya conocemos.
Muchos cristianos indican que no se debe juzgar a otros, y se fundamentan en los siguientes versículos en donde Jesús dijo lo siguiente:
Muchos cristianos indican que no se debe juzgar a otros, y se fundamentan en los siguientes versículos en donde Jesús dijo lo siguiente:
Mateo 7:1 “No
juzguéis, para que no seáis juzgados”
Mateo 7:3 “¿Y por
qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de
ver la viga que está en tu propio ojo?”
Leyendo
sólo estos versículos parece que no hay que juzgar, pero Jesús mismo también
dijo, cuando una multitud lo juzgaba por sanar en el día de reposo, lo
siguiente: Juan 7:24 “No juzguéis según las
apariencias, sino juzgad con justo juicio.”
Jesús
no dijo que no lo juzgaran, sino que lo juzgaran con justo juicio y
no según las apariencias, y así precisamente es como debemos juzgar los
cristianos con justo juicio y no según las apariencias.
Santiago
en su carta en el capítulo 4 versículos 11 y 12 también habla de esto. El
sentido de Santiago es que no emitamos un juicio, opinión, un veredicto acerca
de una persona, evento, lugar o cosa con la intención de dañar; y sí lo hacemos
debemos ser justo.
Por
consiguiente, cuando estamos juzgando injustamente, o a la ligera sin
conocimiento, es falta de respeto, no somos objetivos, y la intención no solo
es maligna, sino destructiva. Cuando emitimos un criterio, una opinión y
una posición acerca de alguien solo por su apariencia o su forma de pensar,
sentir y actuar, se está siendo injusto.
Santiago
también dice que murmurar viene a ser una manera de juzgar, quienes usan la ley
a su manera, y rechazan la manera como DIOS la ha dejado, es otra manera de
juzgar o emitir un veredicto o conclusión acerca de algo o alguien.
El
problema está en que cuando hacemos eso, no solo nos convertimos en jueces,
sino que estamos desobedeciendo la ley la cual con claridad nos dice que hacer
y qué no hacer.
La
misma palabra sugiere la acción de reconocer, valorar, estimar y apreciar lo
correcto, bueno y efectivo de una persona. Sin embargo, la idea de Santiago es
que había personas que estaban murmurando, hablando, criticando y emitiendo
opiniones acerca de alguien. Hacer esto de manera maligna y mal
intencionado es otra faceta de la falta del respeto, y creo que esto se repite
mucho consciente e inconscientemente.
El
único que tiene derecho y poder para juzgar nuestras vidas es DIOS, quien es el
Creador de la ley.
Hay
cosas de las personas que uno puede ver que no están bien, o que hace mal, o
que viste mal, actúa mal, lo mejor que se debe hacer es ir donde está la
persona y hacerle ver las cosas para el bien de esta persona no es juzgar, pero
hacerlo a espaldas es juzgar, es incorrecto.
Aprendamos
a respetar a los demás como personas que son. Y si de pronto vemos o escuchamos
algo mal en esta persona, busquémosla y con amor hagámoselo saber.
Dios
les bendiga abundantemente.
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