jueves, 28 de diciembre de 2017

Un momento... ENCOMENDARSE


ENCOMENDARSE

Nuevamente ya estamos deseosos de que termine un año y que comience luego el otro, seguramente porque tenemos esperanza de que el año nuevo que está a punto de llegar, sea mejor que el que se va y se cumplan ahora aquellas cosas que tanto necesitamos, este anhelo parece ser el mismo de cada fin de año.
Durante un año nos suceden muchas cosas distintas, situaciones dulces y otras amargas, algunos propósitos de años anteriores se cumplieron y otros se quedaron postergados. 
Seguramente queremos más, porque vivimos de la esperanza, es bueno recordar algunos sinónimos de esta esperanza, confianza, fe, seguridad, certeza, ilusión, expectativa, anhelo, confiar, creer, aguardar, convicción, entusiasmo, etc., tal vez alguien encuentre más sinónimos, pero de cualquier modo, para el año que viene, hay que “encomendarse”, es decir confiar nuestra vida en las manos de DIOS.
Pero antes de que finalice el año, debiéramos hacer un balance de cada período, reflexionemos unos minutos y hagamos un balance de los que fue este año que ya se va, y revisar lo que hicimos con este año que despedimos, es un año más de vida y no deja de ser importante.
Conviene recordar las deudas que dejaremos para el próximo año, y no olvidar que hay ciertos compromisos que debemos saldar antes de que se termine el año, a las que se tienen con DIOS, con los familiares, amigos, vecinos, las deudas que se tienen con los demás.
Debemos fijarnos en tres cosas importantes. 
1) A quien debemos agradecer por el año que se va.
¡Gracias! definitivamente a DIOS, por todo el amor que recibimos de Él, cuantas veces no fuimos como El esperaba de nosotros, sin embargo con su infinita misericordia, El fue siempre bueno con nosotros, por eso “Gracias Señor”
2) A quien debemos perdonar por el año que se va
Quizás al que más desprecio nos dio, al que menos nos ayudó cuando lo necesitábamos, a ellos perdonar.
3) A quien debemos pedir perdón por el año que se va
Es probable que no hayamos sabido vivir como verdaderos hijos de DIOS, haya habido egoísmo, orgullo, tal vez hemos ofendido a más de alguno.
Es necesario poder decir que no guardamos malos sentimientos hacia ninguna persona.
Entonces, podremos dormir en paz la última noche del año 2017 y despertar en el 2018 renovados para la nueva jornada de este año que comienza.
Así estaremos, en condiciones para pedir a DIOS, un gran año para hacer con Él y por El grandes cosas, y así encomendar nuestra vida en Sus manos.
“Encomienda al Señor tu camino, confía en Él y el hará”. Salmo 37.5.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario