UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EL MOTIVO DE
TODAS LAS COSAS
El gran
pecado de la humanidad durante toda su historia ha sido la idolatría, en todas
las generaciones el hombre y la mujer han buscado otras deidades, figuras,
animales o personas a las que adorar y amar y hoy en día más que nunca, en
nuestro tiempo de ocio y autosatisfacción, nosotros mismos nos convertimos en
nuestros mayores ídolos y es muy fácil caer en el pecado de la idolatría.
La idolatría
la podemos definir como cualquier cosa a la que amamos por encima de DIOS, por
lo que debemos comprender que si DIOS amase algo más que a sí mismo también
sería idólatra, lo cual es imposible.
DIOS es por
sobre todas las cosas, y ese es el mensaje que en Egipto, Faraón recibe: "porque
esta vez enviaré todas mis plagas sobre ti, sobre tus siervos y sobre tu
pueblo, para que sepas que no hay otro como yo en toda la tierra. Porque si yo
hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con
pestilencia, ya habrías sido cortado de la tierra. Pero en verdad, por esta
razón te he permitido permanecer: para mostrarte mi poder y para
proclamar mi nombre por toda la tierra."
(Éxodo 9. 14, 15)
Cuando la
justicia de DIOS amenaza ruina, al mismo tiempo su misericordia muestra una
salida. DIOS no solamente hizo distinción entre los egipcios y los israelitas
sino entre uno y otro egipcio. Si Faraón no se rendía y así impedía el juicio
mismo, quienes habían acatado la advertencia, podían buscar refugio. Algunos
creyeron, tuvieron temor y albergaron a sus siervos y ganado en sus casas y esa
fue una decisión sabia. Hasta entre los siervos de Faraón hubo algunos que temblaron
ante la palabra de DIOS. Pero otros no creyeron y dejaron el ganado en el
campo. La incredulidad obstinada es sorda a las mejores advertencias y a los
consejos más sabios.
El amor de
DIOS es perfecto y justo, justo no solo en que no quebranta ninguna ley, lo
cual es obvio, pero es justo en su medida, y por lo tanto ama de una manera
justa, en la medida justa, y ama a sus criaturas de una manera también justa,
como consecuencia del amor que Él se tiene, y bajo esta óptica entendemos todo
lo que ocurre, porque lo que DIOS haga lo hará pensando primero en el amor.
Así hizo con
Faraón, para que toda la tierra viese el poder de DIOS, para que el hombre más
poderoso viese que su posición era muy inferior respecto a la de DIOS, que por
mucho poder que una persona pueda tener, no se puede comparar a DIOS, Él es el
gobernador y también el dueño de todo lo que pasa en nuestras vidas.
A cualquier
ofrecimiento de DIOS se puede dar una de las dos respuestas siguientes:
Aceptación o rechazo. Las consecuencias que ambas acarrean son distintas.
Moisés estaba
muy consciente del poderío de Faraón y de lo que era capaz de hacer a sus
enemigos. Sin embargo, no tuvo temor a lo que podía hacerle. Estaba seguro que
DIOS lo guardaría y que Faraón no podría tocarlo.
No tenía su
mirada puesta en las circunstancias, por adversas que fueran, sino en el DIOS
que tiene control de toda circunstancia. Esta convicción profunda lo llevó a
actuar en contra de toda expectativa humana.
No dejes de
creer, la gloria de DIOS se manifestará en tu vida.
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