jueves, 14 de diciembre de 2017

Leyendo... Salmo 84



LECTURA DIARIA:
Salmo 84

El salmista anhelaba salir pronto del mundo y encontrarse con Dios en sus moradas, su santo templo. 


La peregrinación hacia el templo pasaba a través del árido valle de lágrimas. No se ha identificado ningún valle en especial y quizás sea uno simbólico por los tiempos de luchas y lágrimas a través de los cuales el pueblo debió pasar en su camino para encontrarse con Dios.
El fuerte crecimiento ante la presencia de Dios a menudo lo precede el viaje a través de los áridos lugares que hay en nuestra vida. La persona que se deleita en pasar tiempo con Dios verá su propia adversidad como un motivo para volver a experimentar la fidelidad de El.
El versículo 11 no promete que Dios nos dará todo lo que nosotros pensemos que es bueno, sino que no detendrá lo que es siempre bueno. Nos dará los medios para andar por sus caminos, pero nosotros somos los que tenemos que caminar. Cuando lo obedecemos, no detendrá nada que nos pueda ayudar a vivir para El.

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