UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
MÁS QUE VENCEDORES
Todo ser humano, sea hombre o mujer, cristiano o no
cristiano, debe saber estas verdades.
Hay una guerra que defender, un pueblo que representar y
un DIOS a quien creer.
¿Quién no tiene lucha, dificultad, o guerra en su vida?
La guerra no sabe de tiempo, sexo, edad, ni lugar.
Estas pueden ser guerras psicológicas, espirituales y
emocionales.
¿Quién puede negar que su familia perteneciera a un
pueblo o grupo de personas identificadas por nacionalidad, raza, cultura y
costumbres? ¿Quién de los seres humano, consciente o inconsciente no sabe que
existe DIOS?
Aun los así
llamados ateos, niegan a Dios lo que significa luchar contra la existencia de
DIOS.
Y especialmente ahora refiriéndonos a los cristianos. La
Biblia dice que todos los días libramos una batalla y vivimos una guerra
espiritual.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.
(Efesios 6.12)
De la victoria diaria de esta lucha espiritual depende la
vida normal que tendremos. Si cada día, en el nombre del Señor, vencemos al
diablo, la carne y al mundo, la Biblia dice que todo nos saldrá bien.
“Sabemos que Dios
dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha
llamado de acuerdo con su propósito”. (Romanos 8.28)
Que somos ya vencedores y que podremos hacer bien todas
las cosas.
Esta lucha o guerra solo se defiende en la fe, obediencia
y sometimiento al Espíritu.
¿Por qué podemos ser los ganadores en esta guerra contra
el diablo, el mundo y la carne?
Porque la Biblia dice que somos el pueblo de DIOS, pueblo
santo, especial (Deuteronomio 7.1-5).
Es lindo saber que nuestra identidad es ser parte del
Pueblo de DIOS, pertenecemos a DIOS y por consiguiente, toda lucha, rechazo o
ataque que nos hagan no es contra nosotros sino contra DIOS.
¿Quién nos puede vencer entonces?
“Pero en todo esto
salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. (Romanos 8.37)
De ahí viene la seguridad de que nosotros los cristianos
por ser el pueblo santo libramos una guerra santa la cual el DIOS santo está
comprometido y ha prometido defendernos.
Así que, cada día comencemos en el trono de DIOS, vivamos
guiados por el Espíritu y mantengámonos apartados para DIOS, porque somos parte
del Pueblo santo de DIOS y porque solo así seremos vencedores sobre toda lucha.
DIOS ha prometido no dejarnos, darnos una salida y sostenernos mientras seamos
obedientes.
DIOS es santo y quienes pertenecen a Él, ya somos parte
de su pueblo santo y todo lo que esté en contra de su pueblo, va en contra de
DIOS y es una lucha espiritual, una guerra santa.
Pero en Cristo ya tenemos la victoria. GLORIA A DIOS!!!
Dios les bendiga abundantemente.
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