jueves, 20 de septiembre de 2018

Un momento... DIOS ES SUFICIENTE



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
DIOS ES SUFICIENTE

Una de las cosas que más produce inconformidad, insatisfacción y descontento es el factor dinero, y específicamente el salario.
  La economía en nuestros países menos desarrollados, es tan fluctuante, que el salario mínimo es tan poco que no alcanza  para sobrevivir, ya que no es suficiente, y con frecuencia es congelado.  Aunque esto es una realidad, la inconformidad por causa de la insuficiencia económica o de salarios, es un problema que ha estado desde el inicio de la humanidad.
Jesús, enseña  en este Lucas 12. 15;  22 - 31  acerca de la necesidad de estar contentos con lo que recibimos como salario a cambio del trabajo que hacemos. 
Cuando se está conforme, contento, satisfecho en lo económico, la perspectiva sobre la vida es otra.   El reto es que como cristiano, debemos aprender a saber vivir  confiando en DIOS, agradecidos con DIOS en toda circunstancia, contentos, satisfechos, sabiendo que DIOS está en control de todo.  
Para alcanzar el contentamiento es importante y necesario que el corazón este bien con DIOS.   De nada sirve todo lo que se haga o se tenga, si el corazón no está bien, nada le dará tranquilidad.   
Es por esta razón que David escribió “En paz me acostare, y  asimismo dormiré, porque solo tú me haces vivir confiado”. Salmo 4.8
Mientras leemos los versículos, tratemos de subrayar los sinónimos de  contentamiento. Contento, alegre,  y conforta. 
¿Qué partes del cuerpo están involucrados en el contentamiento? 
Corazón, rostro, ojos, huesos, todo el ser, hombre o cuerpo.  Esto significa que para vivir contento o satisfecho o feliz en DIOS, se necesita estar en buena relación con Él. 
Lo maravilloso es que el contentamiento comienza en el corazón, y se ve en el rostro, en los ojos.
Quien experimenta contentamiento en DIOS, todo su cuerpo lo demuestra.
DIOS desea darnos contentamiento, él quiere que vivamos en contentamiento, pero para eso necesitamos desarrollar fe en DIOS, entregar lo que no nos permite estar tranquilos y confiados en DIOS.   
Seamos muy honestos con DIOS, descubramos nuestro corazón, y digámosle  que cosas no nos dejan estar tranquilos, confiados, gozosos, satisfechos y alegres.  
Una vez lo hayamos hecho, pidamos a DIOS que nos ayude a depender, confiar y esperar solo en Él.
 El contentamiento no viene por las cosas que tenemos, o por todo lo que hayamos logrado, sino porque hemos aprendido a confiar y esperar  en  DIOS.
Dios les bendiga abundantemente.

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