UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EL
VALOR DE LA JUSTICIA
La
palabra justicia implica varias cosas, un diccionario la define como:
1-
Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a
cada uno lo que le corresponde.
2- Cualidad de justo.
Justicia
es un sustantivo que puede cambiarse a justo, que es un
adjetivo.
Muchas
veces se usa esta palabra en la Biblia en las diferentes formas, aún como un
verbo en los diferentes tiempos. Por ejemplo, Job y Abraham fueron
reconocidos como personas justas, y un sinónimo de justo también es
recto. Pero en Romanos dice, justificaos pues por la fe tenemos paz para
con DIOS. Como vemos, la palabra es muy amplia en usos y
significados.
Ahora
bien, ¿Cuál es la enseñanza central del uso de esta palabra en la Biblia?
Está
hablando acerca del valor de la justicia, de ser justo, de caminar en rectitud,
del comportamiento o la conducta del justo. El concepto que le da
el Nuevo Testamento no solo se enfoca a la clase de conducta o comportamiento
que corresponde a la justicia, sino al estado de una persona después que ha
creído en Jesucristo, es justificado, es declarado justo, que llanamente
significa, que DIOS por su misericordia y perdón lo declara libre de culpa,
libre de condenación.
¿Quién
es justo? Es el que anda en rectitud, se comporta conforme a lo que es cabal,
equitativo en su proceder, en su pensar y en su reaccionar.
Este
comportamiento o conducta justa o que practica la justicia es lo que DIOS
espera de todo ser humano, y no es necesario tener a Cristo en el corazón para
ser recto y justo en su forma de proceder.
Si
una persona no cree en Jesús, aunque sea la persona más justa de este mundo en
su forma de proceder, y conducirse, sigue siendo culpable, y le espera la
condenación eterna por su pecado.
Es
por ello que, es imprescindible que toda persona reconozca que es pecadora por
haber nacido con naturaleza pecaminosa (Romanos 3.23) y que necesita ser
justificado por la sangre de Cristo (Romanos 5.1) para ser declara justo, libre
de condenación eterna.
La
justicia como valor se puede dar en toda persona, y que bueno sería que todos
actuaríamos en concordancia al significado pleno de la justicia. No
habría injusticia, abuso, maldad, aprovechamiento, enriquecimiento injusto, no
habría tanta violencia, muertes, robos, secuestros, etc.
Pero
mientras estemos en pecado, siempre se dará todo esto, pero una vez que vivamos
bajo el temor de DIOS, controlados por la Su sabiduría, sometidos a la
obediencia de Su Palabra, llenos del amor de Cristo, controlados y guiados por
el Espíritu, y determinados solo en cumplir la voluntad de Jesús, de dar a
conocer el amor de DIOS, estaremos practicando la justicia de DIOS.
Una
persona justificada por la sangre de Cristo es mucho más responsable de
conducirse en justicia, de actuar justamente, de hacer todas las cosas rectas,
cabales, de nunca aprovechar de los demás, de hacer todo conforme a lo que es
justo.
Ese
es el reto de hoy y todos los días, pensar, sentir y actuar conforme a la
justicia, porque eso trae contentamiento a DIOS y a nosotros.
Seamos
justos, hagamos justicia aun en las cosas más pequeñas de la vida, y el DIOS de
paz nos recompensará.
Dios
les bendiga abundantemente.
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