UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EL
SECRETO PARA VIVIR EN PAZ
La
Biblia dice, “en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos” (Romanos12.18).
Aparentemente, lograr esto es fácil, sin
embargo, es muy difícil, aunque no imposible.
Requiere
sabiduría, amor, humildad, comprensión, madurez, dominio propio y un sentido de
humanidad. Vivir en paz con todos es hermoso y gratificante porque da libertad,
confianza y alegría no solo pensar, sentir y actuar.
Hay
armonía, comunicación, participación, cooperación, y un profundo deseo de vivir
en medio de los que le rodean.
¿Cómo
lograr esto que en algunas veces parece una utopía?
El
camino a la paz es el respeto que tenemos hacia los demás, comenzando con DIOS,
su Palabra, y al prójimo por ser creados por DIOS.
Este
es uno de los vacíos más grande de nuestra sociedad y la mayor responsabilidad
que tenemos nosotros los padres.
Enseñar,
modelar, e influenciar lo suficiente a nuestros hijos al punto que deseen
imitarnos y estén listos para vivir en paz en esta sociedad. El respeto ha de
ser igual para el presidente, el gobernador, a los representantes en la cámara,
a los senadores, diputados, intendentes, a los policías, a todos los que están
en puesto de autoridad.
Obedecer
es hacer el bien y esto agrada a DIOS porque es hacer la voluntad de DIOS. El
respeto a los demás, es el camino hacia una vida de paz y armonía.
El
triunfo de un país, de una sociedad y de una familia se basa en la clase de
relación y educación que cultivemos en el hogar. Los padres responsables, son
los que hacen la diferencia en la familia y quien hace la diferencia, en un
Padre responsable, es Cristo quien mora en su corazón.
Los
valores son elementos que se transmiten de generación a generación, de familia
a familia, de padre a hijo. Solo que para que estos mantengan su pureza y
eficacia requiere que se mantenga el proceso de cultivación. Una nota positiva
es que nunca se es viejo para cultivarlos y nunca es tarde para comenzar a
practicarlos ya que en todo tiempo y a toda edad traen satisfacción,
remuneración y son preventivos.
Los
valores no son la vida, pero son necesarios para la vida. Son más que
enseñanzas, son convicciones que se enseñan, modelan y demuestran. Los valores
son principios, enseñanzas, convicciones y verdades que no se imponen sino que
se enseñan para ser adoptados.
En
Proverbio 22.6, los padres enseñan e instruyen pero no lo imponen a la fuerza,
sino que el hijo es quien decide aceptarlos, adoptarlos o rechazarlos. Así que,
un valor es una virtud, una cualidad o habilidad que tienen las personas, las
cosas, las acciones, las enseñanzas y las verdades. Y el respeto es el valor
asociado al temor a DIOS, que es tan fundamental en las relaciones que por la
buena práctica viene el vivir en paz.
El
valor de los valores, es que éstos contribuyen en la formación integral de la
personalidad de nuestros hijos, de la próxima generación que sostendrá y guiará
a la sociedad.
Recordemos
la iglesia y la escuela son un remanso de valores, pero el hogar es el crisol
donde se forja el carácter de ellos, Salmo 144.12.
La
tarea de ser padres responsables es la más difícil de todo el mundo, pero es la
más importante de todas en la vida y es la más gratificante de todas las cosas
que hay. Requiere unidad, compromiso, fidelidad, responsabilidad y trabajo en
equipo.
Así
como el proveer, para el sostenimiento económico de la familia es
responsabilidad de los padres, también es su responsabilidad la educación y la
transmisión de los valores éticos y cristianos.
Recuerden
la promesa:
“Instruye
al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
Proverbios 22. 6.
Dios
les bendiga abundantemente.
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