jueves, 20 de septiembre de 2018

Leyendo... Ezequiel capítulo 33



LECTURA DIARIA:
Ezequiel capítulo 33

Este capítulo establece una nueva dirección para las profecías de Ezequiel.
Hasta aquí, Ezequiel ha pronunciado juicio por los pecados sobre Judá y las naciones malvadas que la rodean. Ahora que Jerusalén cayó, cambia de los mensajes de fatalidad y juicio a mensajes de consuelo, esperanza y restauración futura para el pueblo de  Dios. Con anterioridad,  Dios designó a Ezequiel para que fuera un atalaya que advirtiera a la nación del juicio venidero. Aquí  Dios lo designa para ser nuevamente un atalaya, pero esta vez para predicar un mensaje de esperanza. Todavía hay secciones de advertencia, pero estas son parte de un cuadro de esperanza mayor.  Dios no incumpliría su promesa de restaurar sus bendiciones a quienes le fueran fieles.
Los versículos 2-9 son similares a 3:17-21, pero aquí se traza de una manera más clara el paralelo entre Ezequiel y el atalaya, aunque el peligro que corren los justos no se menciona
Los cautivos estaban desalentados por sus pecados pasados. Este es un punto crucial en este libro. En otras partes del libro de Ezequiel, el pueblo se negó a enfrentar sus pecados. Aquí, se sentían profundamente culpables por vivir tantos años en rebelión en contra de  Dios. Por lo tanto, Él les aseguró que los perdonaría si se arrepentían.  Dios quiere que todo el mundo se vuelva a Él.
Las buenas acciones pasadas no salvan a una persona que decide volver a una vida de pecado. Algunas quizás piensen que han hecho suficientes obras buenas que eclipsan las malas acciones a las que no quieren renunciar. Pero es inútil tratar de ser bueno en algunos aspectos y deliberadamente malo en otras.  Dios quiere obediencia y amor completos.
Si bien las buenas obras no nos salvan, la salvación debe llevarnos a actuar con rectitud. Esto incluye una restitución por los pecados del pasado.  Dios espera que restituyamos, cuando fuera necesario, por las cosas malas que hemos hecho.
A principios de su ministerio, Ezequiel no podía hablar excepto para dar mensajes específicos provenientes de  Dios. Ahora que sus profecías se cumplieron y se revelaron los falsos profetas, Ezequiel vuelve a hablar sin restricciones. Debido a que ya no necesita demostrar nada, tiene la libertad de ofrecer el mensaje de  Dios de restauración y esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario