miércoles, 12 de septiembre de 2018

Leyendo... Ezequiel capítulo 25



LECTURA DIARIA:
Ezequiel capítulo 25

Se ofrecen oráculos contra siete naciones.
La mayoría de estas profecías nunca son escuchadas por los pueblos a quienes están dirigidas, pero se le comunican a Israel para subrayar la soberanía de Dios, la cual incluye su papel como guía del pueblo escogido y su derecho a juzgar a las naciones con las que Israel ha entrado en contacto. Las naciones se agrupan en dos categorías: Una está formada por los amonitas, los moabitas, y los filisteos, todos los cuales se unieron probablemente a Judá en su rebelión contra Nabucodonosor. La otra la integran Tiro, Sidón y Egipto.
Los capítulos 25-32 son Palabra de Dios respecto a las siete naciones que rodeaban a Judá. Los juicios de estos capítulos no son simples declaraciones de venganza de los judíos en contra de sus enemigos, son juicios de Dios sobre naciones que no reconocieron al único Dios verdadero ni llevaron a cabo los buenos propósitos que Él tenía para ellos. Juzgó a los amorreos debido al gozo que expresaron por la profanación del templo, a los moabitas debido a que encontraron placer en la maldad de Judá, a los edomitas por su odio racial contra los judíos y a los filisteos porque procuraron vengarse de Judá por haberlos vencido en batalla.
Amón estaba ubicado exactamente al este de Judá, al otro lado del Jordán. Los amonitas e israelitas eran enemigos tradicionales. Sus conflictos mutuos habían comenzado en el período de los jueces con Jefté, y continuado con Saúl, David y Josafat. Como Judá fue atacada por Nabucodonosor en lugar de Amón, los amonitas se vanagloriaron diciendo ¡ Ea , bien ! , lo cual equivalía a una exclamación de gozo por el infortunio del rival.
Moab estaba situado al este del Mar Muerto y al sur de Amón. Cuando el reino del norte, Israel, era poderoso, controlaba la tierra de Moab. Seir es otro nombre para Edom.
Edom estaba situado al sur de Moab y de Amón. Edom fue enemigo de Israel durante toda su historia. Se opuso a que los israelitas bajo Moisés cruzaran su territorio. Libró guerras contra Saúl, Salomón, Joram, y Acaz. Edom se unió a Nabucodonosor en la invasión que condujo a la destrucción de Judá.
Los edomitas eran hermanos de sangre de los judíos, ya que ambas naciones descendían de Isaac. Edom compartía su frontera norte con Israel y las dos naciones siempre estaban en conflicto. Los edomitas odiaban a Israel tanto que se regocijaron cuando destruyeron a Jerusalén, capital de Israel. Temán era la ciudad que quedaba más al norte en Edom. Dedán, la que estaba más al sur. Por lo tanto, Ezequiel anunciaba que toda la nación sería destruida.
Los filisteos ocupaban la costa meridional de Canaán a lo largo del mar Mediterráneo. En la primera mitad del siglo XIII a.C., llegó un gran número de filisteos a Canaán. Por lo menos tres de los jueces entraron en conflicto con ellos: Samgar, Sansón y Samuel. Controlaron gran parte del territorio de Israel durante el reinado de Saúl. En la época de la monarquía dividida volvieron a constituir un peligro. Josafat le pagó tributo; atacaron y saquearon exitosamente el reino de Joram, derrotaron a Uzías, y despojaron a Acaz de algunos territorios. Finalmente, Nabucodonosor los expulsó y desaparecieron de la historia
Los cereteos sinónimo de filisteos. Era uno de los grupos, junto con los peleteos, que formaban parte de la guardia de David; y puede que procediesen originalmente de Caftor, o sea, de Creta.
‹Y ejecutaré contra ellos grandes venganzas con terribles represiones; y sabrán que yo soy el Señor cuando haga venir mi venganza sobre ellos.›»
Los cereteos eran oriundos de Creta, de la que recibieron su nombre. Eran o bien una tribu de filisteos, o tal vez un pueblo que se separó y emigró del mar Egeo a Palestina, más o menos al mismo tiempo. Una vez asentados en Palestina, cereteos y filisteos se mezclaron mucho y a menudo se les menciona juntos.
Amón, Moab, Edom y Filistea, a pesar de que en alguna ocasión fueron aliados de Judá en contra de Babilonia, la abandonaron y se regocijaron cuando vieron su ruina. Sin embargo, estas naciones eran tan pecadoras como Judá y por lo tanto sentirían el poder del juicio de Dios.

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