jueves, 13 de septiembre de 2018

Un momento... EL PLACER DE VIVIR TRANQUILO



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EL PLACER DE VIVIR TRANQUILO

Como cristianos, enseñamos que la vida en Cristo no importa la circunstancia,  se debe vivir tranquilo, confiado, satisfecho y en contentamiento.

En nuestro país hace unos días se desató una crisis económica importante, el dólar subió en un porcentaje muy alto en pocas horas. Todos estábamos atentos a las famosas pizarras de cotización, los que podían comprar, pero también la mayoría que veía que el dinero de su salario se iba enflaqueciendo por la devaluación del peso, y la próxima suba de todos los productos del mercado.
Ante esto mucha gente perdió el sueño porque les ganó la preocupación, el malestar se generalizó.
Pero para aquellos que somos cristianos, deberíamos saber definitivamente, que DIOS estaba de por medio aun en todo esto.   
Pero ¿Cómo ser feliz, o por lo menos estar tranquilo y satisfecho estando en medio de tan difícil situación?   
Muchas veces no entendemos porque pasan cosas difíciles y le preguntamos a DIOS, ¿Por qué nos estaba pasando tantas cosas difíciles?  
Al buscar en la Palabra de DIOS encontramos respuesta a esta pregunta, en ella DIOS nos habla muchas veces de confiar. Pero hay un versículo muy claro y directo, en la primera carta del apóstol Pedro capítulo 5 versículo 7: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
Debemos dejar nuestra ansiedad en DIOS, porque Él se ocupa de nuestra vida.
La enseñanza sobresaliente es que aprendamos a vivir tranquilos, confiados, y satisfechos con lo que tenemos, donde DIOS nos quiere tener, pero que cada día nos esforcemos por ser mejores pero en relación con él.  
Cuando se está en temor de DIOS, aun cuando se tiene poco, eso poco es suficiente, alcanza para estar tranquilos. Generalmente, cuando se tiene mucho, el corazón no se conforma, no está satisfecho, siempre quiere tener mucho más.   En ambos estados, de abundancia o escasez, es necesario aprender a tener contentamiento como lo enseñó Pablo.  Es de esta manera como ejercitamos la fe, y aprendemos a depender de DIOS en medio de toda circunstancia.
Tanto las contiendas, la ira, y la escasez son condiciones óptimas para destruir la alegría, la tranquilidad, y el buen estado de ánimo, si no se tiene una relación profunda y de convicción con DIOS.  Tanto es así, que no se come bien, no se duerme bien, y no se está tranquilo en ningún lugar.  Todo lo contrario se da, cuando alguien ha aprendido a confiar y depender de DIOS, aun en la pobreza, y enfermedad o dificultad, puede estar satisfecho y confiado que todo está en las manos de DIOS y que él lo controla todo.
Todo ayuda a bien, aún los tiempos difíciles, debemos aprender de la parábola de la Vid en Juan 15,  DIOS quiere que todos demos mejores frutos y si para lograrlo es necesario someternos a un proceso de depuración, cosas que a veces duele, lo hará.   
DIOS sabe lo que quiere y sabe hasta dónde podemos soportar. Si estamos en sus manos, todo está bien, así que bueno es vivir tranquilos en Sus promesas.
Confía, Dios sigue siendo Dios.
Dios les bendiga abundantemente.

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