LECTURA
DIARIA:
Ezequiel
capítulo 36
En
esta profecía, Ezequiel habla de la restauración de Israel como nación y el
regreso a su tierra.
Los montes simbolizaban la fortaleza de Israel. Para los
cautivos en Babilonia, esto parecía imposible. Este mensaje volvió a hacer
énfasis en la soberanía y confiabilidad de Dios. Primero juzgaría a las
naciones que utilizó para castigar a Israel y luego restauraría a su pueblo
«Las
alturas eternas» se refiere a la tierra prometida, la tierra de Israel. Los
enemigos de Israel no solo desafiaron sus fronteras, sino también las promesas
de Dios a Israel.
El
énfasis descansa en el reino combinado de Israel y Judá
Se
acusa al país de causar la disminución de los habitantes, por dos razones. La
ubicación geográfica del país lo expone a la agresión de los ejércitos
invasores y a las incursiones de las tribus nómadas del este. La vida de la
gente se ve amenazada por las lluvias, las plagas de insectos, las
pestilencias, y otras catástrofes naturales. También se añade un elemento de
carácter espiritual, en las colinas se hallaban los lugares de culto a las
deidades cananeas de la fertilidad, la fuente de las prácticas religiosas que
ocasionaron el extravío de Israel.
Por
sus pecados la gente fue expulsada de la tierra, y en el exilio continuaron
cometiendo los mismos pecados
Cuando
los israelitas fueron forzados a exiliarse a consecuencia del juicio de Dios,
sus enemigos supusieron que habían sido sacados de la tierra porque su Dios no
era capaz de protegerlos o rescatarlos. De acuerdo con el plan de Dios, el
pueblo escogido sería un pueblo próspero y bendecido, y por su intermedio los
incrédulos conocerían la misericordia y justicia divinas. Israel había fallado,
y como resultado parecía como si hubiese sido derrotado su Dios, cuyo nombre
resultaba así profanado.
Dios
dispone que su pueblo sea restaurado, no a causa de los méritos de los
exiliados, sino a causa de su santo nombre. La restauración vindicará a Dios,
quien no carece de poder, sino que es un Dios santo y justo
A
Dios no solo le preocupaba la salvación de su pueblo, sino también del mundo
entero. Permitir que su pueblo permaneciera en pecado y que sus enemigos lo
destruyeran siempre llevaría a otras naciones a la conclusión de que sus Dioses
paganos eran superiores en poder al Dios de Israel. Así que, por causa de su
nombre, enviaría de regreso a la tierra a un remanente de su pueblo. Dios no
compartirá su gloria con Dioses falsos, solo Él es el único Dios verdadero. El
pueblo tenía la responsabilidad de representar a Dios en forma adecuada ante el
resto del mundo.
Dios
prometió restaurar a Israel no solo material, sino espiritualmente. Para
lograrlo, le daría un nuevo corazón para seguirlo y pondría su Espíritu Santo
en ellos para transformarlos y darles poder para hacer su voluntad.
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