sábado, 1 de septiembre de 2018

Un momento... LA ESPERANZA QUE DA VIDA



UN MOMENTO PARTA PENSAR EN DIOS
LA ESPERANZA QUE DA VIDA

Es muy triste saber y ver a millares y millares de personas en el mundo que viven sin DIOS y sin esperanza por la cual vivir.
 
Viven solo por vivir, no hay ni un objetivo, razón, o motivo por el cual vivir. No hay nada que les impulse a vivir con dignidad, con valor, con deleite, con esfuerzo y con propósito.  Estas personas vienen siendo como los homeless o personas sin hogar, que viven  donde les agarro la noche,  sea en la calle, debajo de un puente, a la orilla de algo, cerca de una casa, nada da valor a su vida.
Lo sorprendente de muchos homeless es que vienen de familias apoderas o por lo menos con posibilidades para vivir mejor.   
Muchos de ellos han llegado a esa condición por algún vicio, otros por una decepción, y como ya lo dije, algunos otros por decisión propia.   En cierta forma, su vida es sin preocupación, no hay nada que pagar, no están preocupados por el tiempo, la comida, o lo que sea, viven solo por vivir.  
Esto es lo que está pasando con los millares y millares de personas que no tienen a Cristo en sus corazones, viven solo por vivir, sin DIOS y sin esperanza.
Gracias a DIOS todos los  que ya hemos creído en Cristo sabemos que tenemos una razón para vivir, DIOS nos ha dado una esperanza de vida que revitaliza nuestro presente, porque nos asegura el futuro.  
El apóstol  Juan en Apocalipsis 1.1-8 lo declara, que Jesús, quien antes de morir en la cruz, y luego ser resucitado y llevado por DIOS al cielo, nos prometió vida eterna.  
La esencia de la vida eterna es Cristo a quien le entregamos nuestro corazón para que él lo llene y lo controle, es quien prometió regresar para llevarnos con él.   
 Quiere decir entonces que la garantía de la vida eterna es Jesucristo, y la esperanza que revitaliza nuestra fe, que fortalece nuestra espera, es la venida de Jesucristo tal como lo dice (Hechos 1.11; 1 Tesalonicenses 4.13-17; Apocalipsis 1.7)
Desde el v. 5 hasta el 8 Juan describe a Jesucristo.  Él es fiel y el primero en resucitar, soberano, quien nos amó al morir en la cruz y con su sangre perdonar nuestros pecados, nos ha dado una posición, además de ser sus hijos por creer en él, merecedor de toda gloria, el primero y el último, el eterno; él es quien esperamos con fe, con anhelo, con expectación, con alabanza, con fidelidad, con temor, con mucho amor, porque él ha prometido venir, regresar, y en este versículo habla de la segunda venida.
Que alegre, que hermoso, que dicha más grande el ser parte de los que hemos de ver con nuestros ojos a Jesús viniendo con las nubes, esto es el rapto de la Iglesia,  es la primera parte de la Segunda Venida de Cristo, dedicada solo para su Iglesia, 7 años antes de la segunda parte que es el establecimiento del Reino mesiánico donde todo ojo le verá.   
Es necesario estar preparados para cuando venga por su Iglesia, para no pasar por el juicio de 7 años de tribulación. 
Para estar preparados se necesita aceptar a Jesús como Salvador personal, reconociendo primero que somos pecadores, luego pidiendo perdón y confesando con nuestra boca que creemos que solo Jesús puede salvarnos.  
Solamente así tendremos esperanza y razón para vivir hoy.
Si aun no lo ha hecho, ore a DIOS hoy mismo, pida perdón y acéptelo. La esperanza que da vida, es Jesús.
Dios les bendiga abundantemente.

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