UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
BENEFICIOS
DE UNA BUENA EDUCACIÓN
Dice
en Proverbios 4. 5 – 9:
“Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te
olvides ni te apartes de las razones de mi boca; No la dejes y ella te
guardará; Amala, y te conservará. Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y
sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te
honrará, cuando tú la hayas abrazado. Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona
de hermosura te entregará”. Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te
honrará, cuando tú la hayas abrazado. Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona
de hermosura te entregará”.
La
educación en nuestro país está en crisis y muchos sectores están haciendo lo
posible para agudizar esto. Desde el argumento de una lucha salarial, aquellos
que imparten educación, realizan paros que lo único que hacen es restar días de
clases a los niños, que son los más afectados por estas medidas.
En
estos últimos días hemos visto con dolor, a nivel universitario, la toma de
algunas facultades con diversos reclamos que en nada tenía que ver con la
educación. Grupos minúsculos impedían que la mayoría entrara a estudiar y no
perdiera las materias que estaban cursando.
Con
lágrimas en los ojos, estudiantes a punto de recibir su tan ansiado título
luego de años de esfuerzo y estudio, reclamaban en las calles sus derechos.
Hay
maneras de cultivar amor hacia la educación. Hacer esto es de suma importancia
porque termina en parte con el ciclo de pobreza a causa del conformismo que
trae la poca educación.
Por
otro lado, esa pobreza es lo que apresura otros males como la delincuencia, la
enfermedad, la acomodación al mismo estilo de vida aprendido de sus padres y el
poco desarrollo integral de la sociedad en que vivimos.
Es
por ello que enseñarles a amar la educación es el segundo valor que nosotros
los padres debemos insistir en nuestros hijos, después de cultivar la fe en
DIOS.
Son
muchísimas las personas que por sus estudios han alcanzado su plena
realización, que no necesariamente es la riqueza o el éxito según el mundo,
sino la satisfacción personal de haber culminado su carrera, haber completado
sus sueños, y el haber sido entrenado para ser una mejor persona, un mejor
ciudadano, un mejor vecino, un mejor trabajador, un mejor padre, un mejor
esposo, y un mejor hijo de DIOS.
La
educación forma el carácter de las persona, enseña el camino hacia una vida de
independencia responsable, contribuye hacia la formación integral de las
personas y prepara al individuo para saber vivir en medio de cualquier
circunstancia o condición social y cultural.
Con
una generación de personas bien educadas, se puede asegurar un mejor futuro.
Los
mismos que se educan hasta llegar a ser profesionales llegan a vivir mejor, a
trabajar en condiciones más favorable, y a contribuir para una sociedad mejor.
Quienes rodean a los profesionales bien educados, llegan a vivir en mejores
condiciones, el estado, la sociedad, las iglesias, las familias, y los
matrimonios.
Subir
cada peldaño en la escalera de la superación requiere mucho amor, disciplina,
esfuerzo, sacrificio y dedicación. No se puede llegar a ser mejor si no lo ama.
Proverbios 6.22 expresa esta gran verdad, “Instruye al niño en su camino y
cuando este sea grande no se apartará”. La educación inicia en el vientre,
alguien dijo, que en la cuna, y termina en la tumba. Nunca es tarde para
educarse, nadie es viejo para educarse, y mientras tengamos vida, cada día es
una oportunidad que DIOS nos da para seguir escalando peldaños en la escalera
de la superación por medio de la educación.
Dios les bendiga abundantemente.
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