UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
MIS PENSAMIENTOS Y LOS DESEOS DE DIOS
“Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; más el consejo de Jehová permanecerá”. (Proverbios 19. 21)
¡Cuánto hemos fracasado en nuestra vida por decidir mal! Muchas veces, nuestro corazón está lleno de ideas, algunas buenas, otras no tanto, que forman una nube de pensamientos que no nos dejan pensar con claridad.
A veces, impulsados por nuestras pasiones o en el peor de los casos, por necesidad, decidimos hacer cosas que luego traen consecuencias indeseables. En medio de esa turbulencia, donde nada es del todo claro, es difícil pensar.
Y cuando todo está oscuro, lo mejor es pedir una luz. Es en esos momentos de confusión, es cuando, más que nunca, debemos ir con todos nuestros pensamientos delante de DIOS y pedir su consejo.
A veces lo que para el hombre es correcto para DIOS no lo es, ya que la mayoría de nuestros pensamientos van inclinados a pensar solo en nosotros mismos, muy rara vez estamos pensando en los demás, casi siempre nos enfrascamos en nuestros problemas, deseos, sentimientos etc.
Por eso el salmista le pedía al Señor que lo probara y que conociera sus pensamientos, y le mostrara si sus pensamientos eran buenos, y si no que lo guiara por el camino recto Salmo 139. 23 - 24.
Muchas veces pensamos que nosotros dominamos nuestros pensamientos, pero la mayoría de las veces los pensamientos son los que nos dominan.
No debemos permitir que nuestros pensamientos rijan nuestra vida, si no permitirle a DIOS que Él sea el que gobierne nuestros pensamientos.
Es difícil, sobre todo cuando uno tiene un deseo, aceptar la voluntad de DIOS; porque el deseo parece hacerse más fuerte y nos convencemos a nosotros mismos de que es la mejor opción o por lo menos, la única viable. Luego llegarán los lamentos.
Por eso, cuando nos presentemos delante del Señor a pedir consejo, no vayamos con algo premeditado, sino que, como dice el apóstol Pablo "llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 de Corintios 10.5); seamos sabios, pongámonos en las manos de DIOS y dejemos que el Señor nos aconseje, porque, al final, el "consejo de Jehová permanecerá".
Dejémonos guiar por el Señor que el ponga sus pensamientos y propósitos en nuestro corazón recordemos lo que dice el Proverbio 16: 2.
“Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión”.
La gente puede buscar explicaciones racionales para todo si no tienen normas para juzgar el bien y el mal. Siempre podemos probar que tenemos razón. Antes de poner en marcha cualquier decisión, hagámonos estas preguntas:
¿Está decisión va en armonía con la verdad de DIOS?
¿Agrada a DIOS mi actitud?
Dios les bendiga abundantemente.
MIS PENSAMIENTOS Y LOS DESEOS DE DIOS
“Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; más el consejo de Jehová permanecerá”. (Proverbios 19. 21)
¡Cuánto hemos fracasado en nuestra vida por decidir mal! Muchas veces, nuestro corazón está lleno de ideas, algunas buenas, otras no tanto, que forman una nube de pensamientos que no nos dejan pensar con claridad.
A veces, impulsados por nuestras pasiones o en el peor de los casos, por necesidad, decidimos hacer cosas que luego traen consecuencias indeseables. En medio de esa turbulencia, donde nada es del todo claro, es difícil pensar.
Y cuando todo está oscuro, lo mejor es pedir una luz. Es en esos momentos de confusión, es cuando, más que nunca, debemos ir con todos nuestros pensamientos delante de DIOS y pedir su consejo.
A veces lo que para el hombre es correcto para DIOS no lo es, ya que la mayoría de nuestros pensamientos van inclinados a pensar solo en nosotros mismos, muy rara vez estamos pensando en los demás, casi siempre nos enfrascamos en nuestros problemas, deseos, sentimientos etc.
Por eso el salmista le pedía al Señor que lo probara y que conociera sus pensamientos, y le mostrara si sus pensamientos eran buenos, y si no que lo guiara por el camino recto Salmo 139. 23 - 24.
Muchas veces pensamos que nosotros dominamos nuestros pensamientos, pero la mayoría de las veces los pensamientos son los que nos dominan.
No debemos permitir que nuestros pensamientos rijan nuestra vida, si no permitirle a DIOS que Él sea el que gobierne nuestros pensamientos.
Es difícil, sobre todo cuando uno tiene un deseo, aceptar la voluntad de DIOS; porque el deseo parece hacerse más fuerte y nos convencemos a nosotros mismos de que es la mejor opción o por lo menos, la única viable. Luego llegarán los lamentos.
Por eso, cuando nos presentemos delante del Señor a pedir consejo, no vayamos con algo premeditado, sino que, como dice el apóstol Pablo "llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 de Corintios 10.5); seamos sabios, pongámonos en las manos de DIOS y dejemos que el Señor nos aconseje, porque, al final, el "consejo de Jehová permanecerá".
Dejémonos guiar por el Señor que el ponga sus pensamientos y propósitos en nuestro corazón recordemos lo que dice el Proverbio 16: 2.
“Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión”.
La gente puede buscar explicaciones racionales para todo si no tienen normas para juzgar el bien y el mal. Siempre podemos probar que tenemos razón. Antes de poner en marcha cualquier decisión, hagámonos estas preguntas:
¿Está decisión va en armonía con la verdad de DIOS?
¿Agrada a DIOS mi actitud?
Dios les bendiga abundantemente.
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