sábado, 13 de enero de 2018

Leyendo... Salmo 114



LECTURA DIARIA:
Salmo 114

Con lenguaje vigoroso y espíritu alegre el salmista adora a Dios por la manifestación de su poder en la naturaleza. 


El salmista quiere mostrar que su pueblo es el instrumento por el cual Dios revela su poder y su gloria; el pueblo redimido y siguiendo a Dios es la demostración del poder de Dios.
Los hechos salvadores de Dios tienen lugar y fecha. Dios actúa en la historia, en nuestra historia. Así, cuando los israelitas celebraron la Pascua, no pensaban sólo en el pasado, expresaban su fe también en la acción de Dios en su propia historia cotidiana. Se mencionan Judá e Israel paralelamente; quizá el autor quiso incluir tanto el reino del norte como el del sur, pero también los usa como sinónimos para hablar de toda la nación.
La señal visible de la santidad de Dios y de su reino es su pueblo. Cuando el pueblo de Dios realmente es su santuario (le adora) y está rendido a su señorío (o dominio) Dios se manifiesta en poder y es glorificado delante de las naciones.
El salmista incluye todo el proceso del éxodo; el cruce del mar Rojo y del Jordán marcan el principio y el fin de ello.
El salmista habla de Dios y presenta la respuesta: es la presencia y poder de Dios manifestados en su pueblo.
Dios quiere mostrar su poder y su gloria en el mundo; usa la fe, la alabanza, la oración y la obediencia de su pueblo para hacerlo.

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