miércoles, 3 de enero de 2018

Un momento... LA SABIDURÍA SE ENCUENTRA EN DIOS


UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA SABIDURÍA SE ENCUENTRA EN DIOS
Proverbios 2. 4 – 8

Cuando los hombres están buscando minas de plata, no se fijan en los sacrificios que tienen que hacer, y muchos de ellos han encontrado la muerte tratando de descubrir el preciado metal. Muchos han tenido que hacer viajes largos, corriendo riesgos y realizando enormes esfuerzos, cruzando todo un país para comercializarla. 
De esta manera deberíamos nosotros procurar el conocimiento, el conocimiento de la Palabra de DIOS. Deberíamos buscarlo con la misma ansia que si estuviéramos extrayendo ese mineral de la tierra, buscando algo de gran valor.
"Entonces entenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios"
Aquí se está hablando de algo que es más que simplemente una lectura devocional. Sabemos de personas que han estado leyendo la Biblia para sus momentos devocionales de meditación por años, y no han avanzado en su conocimiento del texto Bíblico. No podemos aprender la Palabra de DIOS simplemente adoptando una actitud aparentemente piadosa y poniéndose a leer unos pocos versículos de la Biblia.
La verdadera forma de aprenderla es atesorarla, leerla o escucharla con atención, aplicarla al corazón, al centro de nuestros pensamientos y emociones, ansiar reclamarla y recibirla como el alimento básico y buscarla como si fuera un metal precioso o un tesoro escondido. Cuando tenemos esa actitud hacia la Palabra de DIOS, entonces aprenderemos mucho de ella. Y entenderemos cuál es el "temor reverente del Señor" y el "conocimiento de Dios" que se mencionan en este versículo 5.
No hay ninguna clase de atajo o fórmula mágica para aprender los secretos de la Palabra de DIOS. No hay ninguna fórmula piadosa de aprenderla. No hay ningún sustituto para el esfuerzo personal, como el que realizan aquellos que trabajan para extraer de las entrañas de la tierra un preciado tesoro. Y esa tarea no requiere una inteligencia privilegiada.
Porque además del esfuerzo que ponemos de nuestra parte, el Espíritu de DIOS nos ayuda a comprender el mensaje de la Biblia, y a trasladar su enseñanza a nuestra vida práctica.
"Porque el Señor da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia." (Versículo 6).
Un pastor contaba que conoció a una anciana que no había recibido más educación que la primaria o básica y que asistía a su iglesia llevando una Biblia muy usada. Esa mujer era capaz de discutir o intercambiar opiniones sobre temas Bíblicos y revelaba un gran discernimiento espiritual. Sabía más teología y tenía un conocimiento Bíblico mayor que muchos miembros de la iglesia, sin haber asistido nunca a un Seminario Teológico. Tampoco había seguido cursos formales de preparación Bíblica. Pero pasaba cada día cierto tiempo leyendo y examinando la Biblia y cuando tenía dudas en su estudio personal, oraba a Dios pidiendo su dirección. Es decir que tenía un corazón abierto a la Palabra de DIOS, y la leía con verdadera ansia, dispuesta a que el Espíritu de DIOS fuera su Maestro.
Estamos viviendo días cuando no hay demasiado interés por la Biblia, aun en muchas iglesias se predica y enseña usando versículos aislados sacados de contexto.
Muchos creyentes se encuentran como si estuvieran perdidos en la niebla y se preguntan hacia dónde dirigirse. Es evidente que el problema consiste en que están alejados de la Palabra de DIOS, o no la conocen bien.
Su Palabra es como una sirena en la niebla.
Y como dicen los versículos 7 y 8, preserva el camino de sus santos, es decir, a quienes le son fieles, eso es lo que DIOS hará, a través de Su Palabra, por eso la debemos conocer.
“El provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente. Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos”.
Dios les bendiga abundantemente.

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