jueves, 11 de enero de 2018

Un momento... LAS BENDICIONES DE DIOS



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LAS BENDICIONES DE DIOS

“La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”. (Proverbios 10. 22)

¿Cuántas veces hemos luchado por conseguir algo que creíamos nos iba a hacer feliz o dichosos sin embargo cuando lo obtuvimos no fue así?
Muchas veces nos empeñamos a toda costa por adquirir ciertas cosas, como un negocio que nos quita más tiempo de la cuenta y al final los resultados no son buenos, un trabajo que creíamos que iba a ser de provecho y ahora ni siquiera nos deja dormir, una pareja que pensamos iba a ser la mejor del mundo y está muy ajena a las cosas con las que soñamos sucederían y así muchas otras cosas más.
El Señor dice que la bendición que enriquece es la que Él nos da y que de ninguna manera va a añadir tristeza a nuestras vidas, lo que sucede de vez en cuando es que lo que adquirimos no es precisamente la bendición del Señor sino la que nosotros consideramos sería la mejor.
La bendición de Dios mira lo que no se ve (2 de Corintios 4.18).
Nos acostumbramos a contar las bendiciones por las cosas que poseemos. La vida de muchos hombres es parecida al “rico insensato”, quien después de haber acumulado tanto, le dijo a su alma: “Alma, muchos bienes tienes… repósate, come, bebe, regocíjate…” (Lucas 12.19). Los que de esta manera viven no pueden ver las “cosas que no se ven”. No pueden ver las bendiciones espirituales que otros disfrutan, viviendo en una gran felicidad aunque estén desposeídos de todo. Pablo decía que las “cosas que no se ven son eternas”, por lo tanto son las que más debemos buscar. Pero también es un hecho que cuando buscamos primeramente el reino de DIOS y su justicia, todas las cosas son añadidas.
Si nuestra prioridad son las cosas espirituales, si estas bendiciones son las que más buscamos, no nos sorprendamos de cuantas bendiciones materiales DIOS nos da.
El Señor le dijo a la mujer samaritana:
“Cualquiera que bebiera de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiera del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás…” (Juan 4.13 - 14).
Las bendiciones de Dios trascienden el “agua” del pozo de Jacob. Las bendiciones de Dios van más allá de los panes y los peces. Las bendiciones de Dios ponen en libertad a los cautivos por causa del pecado.
Cuando obedecemos a DIOS, Su bendición vendrá sobre la ciudad, el campo, el fruto del vientre, el fruto de la tierra, el fruto de las bestias. Habrá una bendición para la salida y la entrada. La bendición vendrá sobre los graneros y sobre todo aquello que pusieres tu mano.
El pondría a su pueblo por cabeza y por cola (Deuteronomio. 28. 2 - 14).
Dios bendice la obediencia. Lo hizo ayer y lo hace hoy con sus hijos. Escojamos lo mejor (Deuteronomio 30. 15).
Lo que viene del amor de Dios tiene por compañía La Gracia de Dios.
Dios les bendiga abundantemente.

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