lunes, 15 de enero de 2018

Un momento... LO QUE VENCE LA DEPRESIÓN



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LO QUE VENCE LA DEPRESIÓN

“Un corazón apacible es vida para el cuerpo, más las pasiones son podredumbre de los huesos”. (Proverbios 14. 30)

El corazón se halla con frecuencia enfermo a causa de la tristeza, el dolor, el conflicto, el desaliento o la depresión. Hay ocasiones en las que se siente sencillamente deprimido, y en esos intervalos de tiempo, no nos ayuda en nuestro proceso de vivir nuestra vida como tenemos que hacerlo.
Proverbios 14.30 habla de dos estados del corazón.
Hay tantas cosas que enferman y alteran nuestra paz. Sentimos los efectos en nuestro cuerpo. Nos volvemos perezosos e improductivos. Cada dolor o molestia se magnifica. Lo dejamos todo para después y nos centramos en nuestro interior en lugar de concentrarnos en vivir la vida y cumplir nuestro llamado.
El corazón que se califica de apacible, tranquilo y en calma, es sereno y sosegado, porque ha sido y está siendo sanado. No poseemos esa paz escapando de la vida, de la negación del pecado o de la aflicción, y tampoco es una forma de meditación mundana que mira en el interior de uno para hallarla. La sanidad se ha obrado y, en el contexto de Proverbios, esa curación es el fruto de la sabiduría, del temor del Señor y de una vida piadosa. En el contexto de la totalidad de la Biblia, es el fruto de Cristo y del evangelio.
Sorprendentemente, este hombre no siente ruido en su interior. No está corre que te corre por demasiada ocupación. No está obsesionado ni al límite. Las presiones por conseguir cosas no lo consumen. El fracaso y la desesperación no lo persiguen. La ansiedad no gira en caída libre en el interior de su ser. Las lamentaciones no corroen su experiencia interna. No va tropezando por el campo minado de los anhelos ciegos y los temores.
Solo nos apropiaremos de lo que vence la depresión del corazón saludable de Proverbios 14.30 mediante una vida de sabiduría. Tendemos a pensar que se trata tan solo de una aptitud que necesitamos para resolver los problemas. Ciertamente esta es su definición. Sin embargo, se necesita la sabiduría para vencer a la depresión y sanar los males del corazón. Todas estas emociones perturbadoras proceden de uno mismo y del pecado, de no conocer y temer a Dios y de no estar a bien con Él. La sabiduría viene de temer al Señor y de confiar en Él. El temor del Señor multiplica los días (Proverbios 10. 27).
Un corazón que ha sido sanado y que siempre lo será solo se encuentra en Cristo.
Cristo nos da el corazón tranquilo y somete nuestras pasiones reconciliándonos con el Padre por medio de su sangre vertida y el derramamiento de Su Espíritu sobre nosotros.
¡Nada puede quitarnos la paz cuando tenemos la bendición del evangelio y la plenitud en Cristo! Dígale a su cuerpo: ¡Ten mucho cuidado: en ti se hayan un corazón apacible y el Espíritu Santo!
Dios les bendiga abundantemente.

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