martes, 2 de enero de 2018

Leyendo... Salmo 103



LECTURA DIARIA:
Salmo 103

El Salmo 103 ha sido descrito como “una de las mejores flores en el árbol de la fe bíblica”. El salmista relaciona su experiencia personal de Dios con el entendimiento de la fe que venía de la larga y rica tradición explicada en el Pentateuco y los Profetas.

Hace un doble énfasis en la reverencia ante la grandeza y la santidad de Dios y la entrega a la misericordia y el amor de Dios. 

El título de David podría indicar que fue escrito por David o que se dedica a David. Una tradición judía dice que David lo escribió cuando ya era anciano.
El salmista involucra todos sus pensamientos, sus recuerdos, su mente, sus emociones, toda su persona en esta ofrenda de adoración. No olvides llama la atención a nuestra tendencia de olvidar lo bueno que Dios ha hecho en nosotros.
Empieza con el beneficio más grande, el perdón de los pecados. Sin el perdón de pecados, aun el bien terrenal más grande no es más que una tumba blanqueada detrás del cual se esconde la muerte. El segundo beneficio es la sanidad.
El salmista recalca la gran misericordia de Dios. Dios ha provisto una redención en amor. En los sacrificios, que señalan hacia la muerte de Jesús, Dios muestra su misericordia sin violar su justicia.
El salmista agrega una comparación, la compasión del padre hacia sus hijos. Dios entiende nuestras debilidades; fuimos hechos del polvo y todavía lo somos.
El salmista da un círculo completo; termina como empezó: ¡Bendice, alma mía, a Jehová!
Es un gran desafío y un privilegio participar con los ángeles, las huestes espirituales y toda la obra de Dios en honrar, adorar y glorificar a Dios. Un día lo haremos con perfección; este es uno de los grandes temas del libro de Apocalipsis.

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