LECTURA DIARIA:
Salmo 127
En este Salmo se destacan tres asuntos que a menudo son motivo de preocupación: la vivienda, la seguridad y la familia. El salmista enseña que no vale la pena estar ansioso, pues Dios provee en todas estas áreas.
No enseña la confianza en Dios.
Lo que el salmista combate no es el trabajo sino la ansiedad que hace a muchos esclavos de su trabajo. Los resultados del esfuerzo humano siempre tendrán resultados limitados, pero lo que se hace por Dios y en el poder de él tendrá abundante fruto de valor eterno.
El salmista no habla solamente de construir la casa, sino también guardarla.
La Biblia, pone mucho énfasis en la familia.
Aquí no habla de prosperidad financiera, se da por sentado que Dios provee. En el plan de Dios, parte del gozo y la bendición del ser humano es disfrutar de su familia. A la larga los hijos son una ventaja y en el reino de Dios valen mucho.
Aun en este contexto de una sociedad donde hay luchas, la enseñanza del Salmo sigue en pie; sin la dirección y la bendición de Dios todo el esfuerzo y todos los cuidados humanos son vacíos, son en vano.
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