sábado, 5 de agosto de 2017

UN MOMENTO... ERES HIJO DE DIOS PORQUE AMAS A TU HERMANO

La imagen puede contener: texto
UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
ERES HIJO DE DIOS PORQUE AMAS A TU HERMANO

"Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos." (1 de Juan 2. 7 – 11).

En esta vida tenemos muchas elecciones que hacer, elegimos la ropa que vestiremos, elegimos donde vivimos, nuestro trabajo, nuestros amigos, los muebles, las películas que vemos, la vida está llena de elecciones, las cuales como las tomemos afectarán muy probablemente en lo que vivimos.
Pero también hay muchas cosas que no elegimos, no elegimos si vamos a ser altos o bajos, no elegimos si se nos van a dar bien los deportes, si tendremos facilidad para estudiar, no elegimos si va a llover o va a hacer sol y tampoco elegimos a nuestra familia.
Nadie puede escoger a sus padres o sus hijos, nadie puede escoger a sus abuelos, nadie puede escoger a sus hijos, ni siquiera en una adopción se escoge a un hijo por su carácter, nadie puede escoger a sus hermanos, primos tíos, estos vienen de serie con la vida.
Y si en lo carnal no tenemos elección de familia, mucho menos en el aspecto espiritual donde el Padre ha escogido a sus hijos y nosotros tenemos tantísimos hermanos.
En el propósito de Juan de que nuestro gozo sea completo nos presenta como debe ser nuestra relación con nuestros hermanos, "hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos. "
Aquí Juan está apuntando al resumen de la ley, amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, veamos algunas cosas al respecto:
Amar al hermano es pasar por alto las ofensas: "Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados." "La discreción del hombre le hace lento para la ira, y su gloria es pasar por alto una ofensa."
Parte de la muestra de amor a los hermanos es la de pasar por alto el pecado y las ofensas, las cuales todos cometemos cada día. Es algo habitual las discusiones y enfados entre hermanos, debiéramos esforzarnos en la paciencia los unos con los otros, como Cristo tuvo paciencia de nosotros.
Amar al hermano es confrontarle con sus ofensas: ¿Qué pasa cuando un hermano peca? "Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano." La confrontación ante el pecado debiera ser algo normal entre nosotros, en ocasiones no se pueden pasar por alto los errores y toca confrontar al hermano con sus fallos, y si nos escucha, literalmente estamos salvando a nuestro hermano de una vida de pecado y desenfreno, no que nuestras palabras le salven, sino que le llevaremos al arrepentimiento y Cristo será el que le perdone.
Amar al hermano es suplir sus necesidades básicas: "Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve?" "Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber?... ...Respondiendo el Rey, les dirá: En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis." Conocer y suplir las necesidades de los demás es una muestra de amor imprescindible, no debiera pasar que un hermano pase necesidad y simplemente lo ignoremos, es más, la suplir su necesidad es como si se lo hiciésemos a Cristo.
Estas tras muestras de amor, son solo tres de las muchas que la Biblia muestra, pero algo está claro, el que es hijo de DIOS se preocupa por sus hermanos, los ama y al hacerlo recibe confirmación de que es hijo de DIOS, su gozo se completa, no por su propio bienestar, sino por glorificar a DIOS, y mantengamos siempre en mente algo importante, "mas bienaventurado es dar que recibir."
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario