LECTURA DIARIA:
Job capítulo 16
Los amigos de Job debían consolarlo en su dolor, en cambio, lo condenaron por haber propiciado su propio sufrimiento. Job comienza ahora su réplica a Elifaz al llamarlo a él y a sus amigos "consoladores molestos".
Las palabras de Job revelan varias maneras para llegar a ser un mejor consolador para aquellos que sufren: (1) no hablar sólo por hablar, (2) no dar sermones al dar respuestas amables, (3) no acusar ni criticar (4) ponerse en el lugar de la otra persona y (5) ofrecer ayuda y aliento.
Las sugerencias de Job son dadas con el conocimiento de una persona que necesitaba un gran consuelo.
Job tenía miedo de que Dios lo hubiese abandonado. Aun así, apeló directamente a Dios (su testigo) ya que Dios conocía su inocencia. Un testigo es aquel que ha visto lo que sucedió, y mi testimonio es como un abogado que habla a nombre del querellante. Al usar estos términos, Job mostró que él había depositado en el Dios de los cielos toda su esperanza de una defensa justa, porque probablemente moriría antes de que sucediera en la tierra.
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