LECTURA DIARIA:
Job capítulo 12
Job confronta a sus amigos con la buena opinión que tienen de su propia sabiduría comparada con la suya. Dice que tienen un concepto muy simplista de las maneras como obra Dios; creen que todo lo que tiene que ver con el pecado es tan sencillo que aun los animales lo saben. Son los amigos los que dicen las palabras insulsas y obvias, y son ellos los que afirman que en los ancianos hay sabiduría.
Job apela a los hechos. Los más ladrones, opresores e impíos suelen prosperar pero esto no ocurre por suerte o azar; el Señor ordena estas cosas. La prosperidad mundana es de poco valor ante los ojos de Dios, Él tiene cosas mejores para Sus hijos. Job resuelve todo en la propiedad absoluta que tiene Dios de todas las criaturas. Él demanda de sus amigos la libertad para juzgar lo que ellos dijeron; él apela a un juicio justo.
Este es un discurso noble de Job concerniente a la sabiduría, el poder y la soberanía de Dios al ordenar todos los asuntos de los hijos de los hombres conforme al consejo de Su voluntad, cosa que nadie puede resistir. Aquí no hay quejas ni reflexiones. Él da muchos ejemplos de la poderosa administración que hace Dios de los hijos de los hombres, pasando por alto todos los consejos de ellos y venciendo todas sus oposiciones. Estas verdades importantes fueron aptas para convencer a los discutidores de que ellos estaban fuera de lugar al tratar de hallar las razones del Señor para afligir a Job; Sus caminos son inescrutables y sus juicios no se pueden indagar.
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