lunes, 28 de agosto de 2017

UN MOMENTO... AMAR LA VERDAD

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
AMAR LA VERDAD

“El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros”. 
(2 de Juan 1. 1 – 2)

Hay personas que tratando de aparentar que son muy listas e ingeniosas; no se expresan con claridad, no dicen las cosas tal como son, no son transparentes, sino hablan con ciertos rodeos, y utilizan figuras retóricas.
En los tiempos en los que nos toca vivir, en los que cada cual defiende "su" propia verdad, una verdad subjetiva, y en los cuales nuestra sociedad demanda que se respeten todos los puntos de vista y todas las verdades personales, para el cristiano es bueno tener a alguien en quien se puede creer, confiadamente.
Juan expresó en estos versículos dos pensamientos: “El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros”; primero, que el objeto de su amor debía ser otro creyente en Cristo, un creyente nacido espiritualmente; y segundo, que él era sincero al asegurar que, el expresar su amor, no era meramente una práctica piadosa. El amor era auténtico y muy real para él.
El apóstol escribió también: a causa de la verdad. Y esta causa de la verdad significaba una defensa de la verdad. Debemos reconocer que la verdad necesita ser defendida en el presente. Debemos tomar una posición a favor de la verdad, y una firme postura por la Palabra de DIOS. 
La Palabra de DIOS nos insta a ser claros en expresar la verdad, sin temor y sin avergonzarnos.
Es el Espíritu de DIOS el que nos revela lo que es real y verdadero para nosotros, los hijos de DIOS, y estará para siempre con nosotros. La "verdad" no cambiará; es permanente y eterna.
Alguien lo expresó de esta manera: "Lo que es "verdad", no es nuevo. Y lo que es nuevo, no siempre es la “verdad". 
Esta afirmación, como muchas, generaliza, y por supuesto, hay excepciones, pero describe bastante bien la firmeza de lo que es verdadero, lo que es la verdad.
En muchos asuntos podemos ser flexibles, pero cuando se trata de la veracidad y la autoridad de la Palabra de DIOS, entonces no podemos añadir ni quitar nada. 
El Señor Jesucristo fue quien dijo: “Yo soy… la verdad” (Juan 14.6). No debemos pasar por alto la conexión entre el amor cristiano y la verdad cristiana. Alguien ha dicho que la comunidad de amor es tan amplia como la de la verdad.
El amor y la verdad están inseparablemente entrelazados. Este es el equilibrio que se necesita en la iglesia. Se puede llegar a ser demasiado sentimental en la iglesia, donde solamente se habla del amor, y todo parece ser amabilidad y concordia. 
Pero, ¿estamos andando en la verdad? ¿Estamos creciendo verdaderamente en el conocimiento de la Palabra de DIOS? 
Es una pregunta que debemos hacernos, enfatizando el caminar, el andar, el vivir, en amor, pero en un amor impregnado y saturado en la verdad. 
¡Que DIOS, por medio de su Espíritu, revele Su Verdad y Su amor, en nuestro corazón!
Dios les bendiga abundantemente.

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