TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Por
tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron.
Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde
no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte
desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la
transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. Pero
el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno
murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de
Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede
como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a
causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas
transgresiones para justificación. Pues si por la transgresión de uno solo
reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que
reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así
que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres,
de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida para todos los hombres”. Romanos 5. 12 – 18.
Si
no hubiese sido por el pecado de los habitantes del Edén, hoy en día
seguiríamos viviendo en ese mismo paraíso, sin los problemas que existen en el
mundo actual. A lo mejor Dios lo hubiera tenido que ampliar debido a
la multiplicación del género humano. Primeramente hubo trasgresión
de Eva, pero ella dio del fruto prohibido a Adán, quien no puso ninguna
resistencia para comerlo; violando así la voluntad impuesta por Dios, de no
comer de dicho fruto. Antes de la ley no se inculpaba de pecado;
pero sí había trasgresiones a la voluntad de Dios, que fue lo que ocurrió en el
Edén.
Adán
cometió trasgresión al recibir de Eva la fruta prohibida y comer de ella y
dicho delito se extendió a todo el género humano, aun los que no habíamos
nacido y al extenderse y sobreabundar, la muerte espiritual también se propagó;
es decir, quedamos incomunicados con Dios, excluidos de su
presencia. Se dice que esto es muerte, porque Dios a través de su
hijo Jesucristo es la vida y al estar separada de Dios, entonces en la
humanidad reinó y reina actualmente la muerte, exceptuando a aquellos que han
acudido a Jesucristo.
Ahora,
por el sacrificio de un solo hombre justo y santo se abrieron las puertas de la
justificación para todos los hombres. Es así, que los que reciben
esta abundancia de gracia y el don de la justificación, entonces reinarán en
vida eterna por causa de un solo ser: Jesucristo hecho hombre.
Un
solo pecado generó condenación en toda la humanidad; pero esta abundancia de
pecado y transgresiones generó el don de la justificación a través de
Jesucristo. Un solo pecador generó muerte y también un solo justo
generó vida, por eso se escribió que Adán es el tipo de Cristo, del que había
de venir muchos años después. Un solo desobediente generó injusticia
y también un solo obediente generó justificación.
Para
que sobreabundara la gracia, para que la gracia reinara por medio de la
justicia produciendo vida eterna a través de nuestro Señor Jesucristo.
Dios
les bendiga abundantemente.
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