jueves, 2 de mayo de 2019

Leyendo... Hechos capítulo 22



LECTURA DIARIA:
Hechos capítulo 22

Aquí comienza la segunda de las tres narraciones sobre la conversión de Pablo en los Hechos.
La primera (9.1-19) es el recuento que hace Lucas del acontecimiento. La segunda (vv. 6-21) y la tercera (26.12-18) es el relato que el mismo Pablo hizo en su testimonio público ante los judíos, y más tarde ante las autoridades.
Gamaliel era el rabí más honorable del primer siglo. Reconocido y respetado como un experto en leyes religiosas y como un gran moderador. Pablo mostró sus credenciales como un hombre bien educado y preparado por el rabí judío más respetado.
Al decir que fue celoso de Dios, al igual que sus oyentes, Pablo reconoce sus motivos sinceros al tratar de matarlo y también reconoce que algunos años antes hubiera hecho lo mismo a los líderes cristianos. Pablo siempre procuraba establecer un punto común con su audiencia antes de lanzarse de lleno a la defensa del cristianismo. Después de ganar su atención y establecer una base común con su audiencia, Pablo les testificó. Les explicó cómo alcanzó la fe en Cristo. Las palabras que resuenan son buenas, pero es más importante testificar de lo que Cristo ha hecho en nosotros. No importa cómo presentemos nuestro mensaje, no todos lo aceptarán, y Pablo lo sabía. Debemos exponer el evangelio con fidelidad y responsabilidad, y luego dejar el resultado a Dios. Esta gente escuchó a Pablo a propósito, esperando atraparle y acusarle. La palabra gentil exteriorizaba toda su ira y orgullo. Suponían ser una luz a los gentiles, hablándoles acerca del único Dios verdadero. Pero ellos renunciaron a esa misión por convertirse en separatistas y exclusivistas. El plan de Dios, sin embargo, no se acabó; los gentiles oirían las buenas nuevas mediante cristianos judíos como Pablo y Pedro.
La pregunta de Pablo detuvo a los oficiales, porque por ley, un ciudadano romano no podía castigarse sin antes probarse su culpabilidad en un crimen. Pablo era ciudadano romano por nacimiento, mientras que el tribuno tuvo que comprar su ciudadanía. La compra de una ciudadanía era común y una buena fuente de ingresos para el gobierno romano, pero una ciudadanía adquirida se consideraba inferior a la de nacimiento.
Pablo usó la persecución como una oportunidad para testificar. Ahora hasta sus enemigos le prepararon las condiciones para que hablara ante el Sanedrín (concilio judío) en pleno.
El mensaje de Jesús y la cruz es locura para el mundo, pero para aquellos que se salvan es algo muy razonable. El evangelio es la sabiduría y el poder de Dios.
La reacción de la multitud fue tan violenta que las autoridades romanas sospecharon que Pablo pudiese haber cometido en gran crimen, el cual trataron que confesara propinándole azotes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario