TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“¿Dónde
está el sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta
época? ¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría de este mundo?
Ya que Dios, en su sabio
designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría
humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la
predicación, a los que creen. Los judíos piden señales milagrosas y
los gentiles buscan sabiduría, mientras que nosotros predicamos a Cristo
crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos, y
es locura para los gentiles, pero para los que Dios ha llamado, lo mismo
judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios”. 1 de Corintios 1. 20 – 24.
Los
sabios de este mundo han sido llamados a develar los secretos escondidos de la
Biblia, pero ninguno de ellos ha logrado descifrarlos, sus misterios solo están
disponibles para los que por su gracia han sido llamados. Dios no apelo a la
sabiduría de los hombres para llamarlos, pues aquellos que dicen o se llaman
sabios solo están cegados por su orgullo con el cual es imposible conocerle.
El
mensaje de la cruz aunque suene a locura, es la verdad y con ella se ha
destruido todo argumento en contra de la sabiduría de Dios, mientras que la
sabiduría de los hombres presenta argumentos y cuestionamientos, la de Dios no
tiene cuestionamiento para quienes son llamados. No existe otro mensaje, la
cruz y solo la cruz ha de llamar a los que creen, para que no sean engañados y
caigan en los argumentos de vanas filosofías en las que muchos se pierden por
su inmadurez.
Hoy
sucede igual, los creyentes inmaduros buscan señales que confirmen la fe que
dicen profesar, así como los judíos buscaron en Jesús señales y pruebas de su
deidad y aunque las tuvieron, sin la gracia para poderlas entender y recibir,
no hay transformación. Los gentiles, los ateos, y las otras religiones buscan
vanas filosofías o formas de pensar para entender los misterios de la vida,
pero sin la fe que proviene de la gracia en Cristo es imposible.
Por
eso no debemos apelar a las emociones, el pensamiento o la sabiduría humana,
debemos predicar el mensaje de la Cruz, un duro e incomprensible mensaje para
el mundo pero dulce manjar para quienes le hayan.
La
cruz nunca ha sido ni será fácil de predicar, pues parece un hecho ilógico que
alguien siendo Dios, decida por amor entregarse en una muerte humillante y
despreciable, cargando el pecado que apartaba a la humanidad de Dios para abrir
una brecha que nos permitiera acercarnos y reconciliarnos con El.
Muchos
piensan que el poder de Dios está en los milagros o en las señales, otros piensan
que la sabiduría de Dios se halla en sus palabras, pero debemos comprender que
Jesús es el poder y la sabiduría de Dios, dado a los hombres como ofrenda de un
Dios de amor.
Dios
les bendiga abundantemente.
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