LECTURA
DIARIA:
Hechos
capítulo 24
Ananías,
el sumo sacerdote; Tértulo, el orador; y varios líderes judíos. Viajaron
noventa y cinco kilómetros desde Jerusalén a Cesarea, el centro del gobierno
romano, para presentar su falsa acusación en contra de Pablo. Su plan de
asesinarlo falló, pero seguían persistiendo en querer matarlo.
A
Tértulo lo escogieron como orador principal para presentar el caso delante del
gobernador romano. Hizo tres acusaciones en contra de Pablo: (1) que era una
plaga y promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo; (2)
que era el cabecilla de una secta religiosa no reconocida, que estaba en contra
de la ley romana; y (3) que intentó profanar el templo. Los líderes religiosos
esperaban que estas acusaciones persuadieran a Félix para ejecutar a Pablo y
así mantener la paz en Palestina.
La
acusación de que Pablo era una plaga era un insulto para él, se trataba de algo
demasiado vago como para tomarse como una acusación legal. La secta de los
nazarenos se refería a los cristianos, llamado así después que Jesús dejó de
residir en Nazaret.
Tértulo y los líderes religiosos aparentaban
tener un argumento sólido en contra de Pablo, pero este refutó su acusación
punto por punto. Pablo también pudo presentar el mensaje del evangelio a través
de su defensa. Los acusadores fueron incapaces de presentar evidencias
específicas que sustentaran sus acusaciones generales. Por ejemplo, a Pablo lo
acusaron de causar problemas entre los judíos en la provincia de Asia, pero
estos no estaban presentes para confirmarlo.
Hacía
seis años que Félix era gobernador y sin duda tenía información acerca de los
cristianos (los del Camino), un asunto de conversación entre los líderes
romanos. La forma de vida pacífica de los cristianos mostraba a los romanos que
los cristianos no iban por el mundo procurando armar desórdenes.
La
conversación de Pablo con Félix llegó a ser tan personal que este último se
sintió convencido. Félix, como Herodes Antipas, tomó la mujer de otro hombre.
Las palabras de Pablo fueron interesantes hasta que enfocaron el tema "de
la justicia, del dominio propio y del juicio venidero".
Félix
fue destituido y enviado a Roma. Porcio Festo asumió el cargo de gobernador a
finales de 59 ó principios del 60. Fue más justo que Félix, quien mantuvo a
Pablo en prisión por dos años, por un lado, con la esperanza de que este
intentara sobornarlo, por otro lado, quería mantener a los judíos contentos al
dejar a Pablo en la cárcel. Cuando Porcio Festo asumió su cargo, ordenó de
inmediato reiniciar el juicio contra Pablo. Los judíos eran mayoría y los
líderes políticos querían darles una prórroga a fin de mantener la paz. Al
parecer, Pablo originaba problemas en contra de los judíos por donde iba. Al
dejarlo en prisión, Félix dejó su cargo en buenas relaciones con los judíos.
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