LECTURA
DIARIA:
Oseas
capítulo 12
Jacob,
cuyo nombre fue cambiado posteriormente a Israel, fue el antepasado común de
las doce tribus de Israel, el reino del norte y el reino del sur en conjunto.
Al igual que las naciones que descendieron de él, Jacob practicó el engaño. Sin
embargo, a diferencia de Israel y Judá, constantemente buscó a Dios. Jacob
luchó con el ángel para que lo bendijera, pero sus descendientes pensaron que
sus bendiciones se debían a sus propios esfuerzos. Jacob limpió su casa de ídolo,
pero sus descendientes no pudieron retirar la idolatría de su medio
El
amor y la justicia, sobre los cuales Oseas quería que su pueblo viviera, son
fundamentos del carácter de Dios.
En
Israel, la deshonestidad se había vuelto un medio aceptable de obtener riqueza.
A los israelitas que habían triunfado económicamente no les cabía en la cabeza
que Dios los considerara pecadores. Pensaban que su riqueza era una bendición
de Dios, y no se molestaban en considerar la forma en que la habían obtenido.
Sin embargo, Dios dijo que las riquezas de los israelitas no cubrían sus
pecados.
Una
vez al año los israelitas pasaban una semana viviendo en tiendas durante la
Fiesta de los Tabernáculos, que conmemoraba la protección de Dios cuando
vagaron cuarenta años en el desierto. Debido a su pecado, Dios les haría volver
a vivir en tiendas, pero esta vez no como parte de una fiesta, sino en un
cautiverio verdadero.
Entre
las parábolas que utilizan los profetas para exponer el mensaje de Dios, estaba
la propia vida de Oseas y su relación con Gomer, dirigida a describir el amor
de Dios por Israel.
Oseas
se refiere a Jacob para recordarles sus comienzos humildes.
El
profeta que sacó a Israel de Egipto fue Moisés
Igual que los capítulos
4-11, esta sección muestra la estructura de juicio y luego esperanza.
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