UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LÍMITES
SALUDABLES
En
las primeras páginas de la Biblia leemos cómo DIOS renovó la Tierra, y aparece
el concepto de "límites" de esta manera: "Luego dijo Dios: Haya
expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
E hizo Dios
la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las
aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así". (Génesis 1,6 - 7). La
palabra hebrea traducida como "expansión" en este versículo se
refiere a la franja de la atmósfera en que vivimos. Esta atmósfera separa el
agua líquida de lagos, ríos y mares del vapor de agua que se acumula en las
nubes del cielo. El Creador trazó una demarcación o "límite".
En
Génesis 2, el Creador estableció un límite muy especial en el tiempo:
"Acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de
toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo y lo santificó, porque en
él reposó de toda la obra que había hecho en la creación" (Génesis 2.2, 3)
"Dios
plantó un huerto en Edén, al oriente" (Génesis 2.8). Puso al hombre y a la
mujer dentro del huerto, donde disfrutarían de la abundancia de los árboles y
demás plantas. Pero también impuso un límite. "Mandó el Eterno Dios al
hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente
morirás" (Génesis 2.16, 17). DIOS presentó a Adán y Eva el concepto de que
Él, como Creador, tenía autoridad para establecer una separación entre lo que
se podía comer y lo que no. La obediencia de la pareja a la autoridad divina
era crucial para su éxito y felicidad. Como ya sabemos, el siguiente capítulo
cuenta cómo traspasaron ese límite y tomaron el fruto del árbol del
conocimiento del bien y del mal. Como resultado, DIOS impuso consecuencias. Los
sacó fuera del huerto y creó un límite geográfico vigilado por querubines.
Revisando
las páginas de la Biblia, vemos que DIOS estableció límites tanto para los
individuos como para su pueblo Israel.
Cuando
los israelitas salieron de Egipto y llegaron al monte Sinaí, DIOS los preparó
para recibir su ley. Como parte de la formación de su pueblo, designó un
límite, demarcando la zona donde podían estar y separándola de la zona en el
monte donde no podían pisar: "Señalarás término al pueblo en derredor,
diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que
tocare el monte, de seguro morirá" (Éxodo 19.12). Los israelitas tenían que
asimilar la idea de que DIOS tenía autoridad sobre ellos. No toleraría la
entrada de nadie en la zona que Él declaraba prohibida.
En
Éxodo 20 leemos una descripción de las leyes fundamentales de la vida.
Estas leyes de DIOS señalan límites en nuestro trato con DIOS y con los demás.
El
primer mandamiento enseña que no debemos ir en pos de otros dioses. Segundo, no
debemos adorar a DIOS con imágenes materiales. Tercero, no podemos emplear su
nombre a la ligera. Estos tres mandamientos trazan el "contorno" de
cómo debemos obedecer a DIOS, adorarlo y emplear su nombre. Los últimos seis
mandamientos establecen más puntos de referencia, en los límites que separan el
éxito del fracaso en la vida.
DIOS
desea que tengamos una reverencia profunda, e incluso cierto temor apropiado
ante su desaprobación, porque eso nos mantiene fuera de las aguas peligrosas.
Así lo dijo a los israelitas en Éxodo 20.20. "Moisés respondió al pueblo:
No temáis; porque para probaros vino Dios y para que su temor esté delante de
vosotros, para que no pequéis".
¿Será
necesario comprender y respetar los límites que DIOS ha fijado? ¡Sin duda!
Claramente
que estos límites se aplican también a nosotros, aunque vivamos miles de años
después de entregados los diez mandamientos.
También
hay pasajes en el Nuevo Testamento que nos enseñan más sobre el pensar de DIOS
respecto de los límites.
Por
ejemplo, Él fija límites a la manera como un hombre puede mirar a una mujer.
Cristo dijo: "Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón" (Mateo 5.28)
Si
nos mantenemos en el lado seguro de esta línea de demarcación, no tendremos nada
que ver con ninguna relación ilícita.
Pablo
le recordó a Timoteo, en1 Timoteo 5.2, que tratara a las mujeres jóvenes como
hermanas, "con toda pureza". Refiriéndose a los que participan en
actividad sexual antes del matrimonio, 1 Corintios 6.9 dice que no tendrán
parte en el Reino de DIOS.
Con
estos indicadores que forman una demarcación apropiada, DIOS pone límites a
nuestro trato con el sexo opuesto. Rebasar ese límite y entrar en la zona de
peligro quizá parezca atractivo por el momento, pero al final su fruto será
amargo.
Nuestro
amoroso DIOS ha fijado límites para protegernos, amarnos, crear en nosotros un
reflejo de los límites que lo definen a Él: "Nosotros hemos conocido y
creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que
permanece en amor, permanece en Dios y Dios en él" (1 Juan 4.16)
¿Sin
límites? ¡No! ¡Con límites, que nos señalan el camino de la felicidad!
Dios
les bendiga abundantemente.
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