UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
HAY
DOS CAMINOS: ¿CUÁL ELEGIREMOS?
Muchas
personas, desde diferentes perspectivas, tienen la sensación de que las cosas
no marchan bien.
Les preocupa que todo esté fuera de control en la economía, la
política, la moral, la industria, la educación; sienten una erosión del orden
civil. La gente decente en todo el mundo teme que algo va mal.
¿Cómo
ocurrió todo eso? ¿Dónde se desvió nuestro camino? Para encontrar la causa,
debemos mirar al pasado. La legalización del matrimonio entre personas del
mismo sexo en casi todo el mundo es una señal de que algo anda mal en la
sociedad. El auge de la infidelidad, el divorcio y la descomposición de la
familia es un fenómeno que causa problemas sociales en todo el mundo. La
legalización del aborto ha significado la deshumanización de las mujeres que no
les importa matar a sus hijos con el argumento de que son dueñas de sus propios
cuerpos.
Pero
por graves que sean estos problemas sociales, ¡no son el origen de nuestros
problemas! Hay que mirar mucho más allá de los últimos años.
Hay
que escudriñar la historia. El hecho es que debemos volver al principio. ¿Dónde
encontraremos el principio? En el libro bíblico del Génesis.
Génesis
trae el relato de Adán y Eva en el huerto de Edén, y Jesús citó Génesis
1 y 2 (Mateo 19.4 - 6). Las decisiones que ellos tomaron trajeron
consecuencias para toda la familia humana, y echaron a andar los males y la
descomposición de la sociedad que hoy estamos viviendo.
En
el libro del Génesis, leemos que DIOS creó la hierba, los árboles, los peces
del mar y las aves del cielo. ¡Todo lo creó! Creó al hombre, y del hombre creó
a la mujer. Les dijo que poblaran la Tierra y la gobernaran con rectitud. Les
enseñó lo que necesitaban saber para prosperar en su nuevo medio. Pero muy
pronto, algo cambió. Veamos Génesis 3.1: "La serpiente era astuta,
más que todos los animales del campo que el Eterno Dios había hecho; la cual
dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?"
Aquí
hizo su aparición satanás. El relato prosigue: "La mujer respondió a la
serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto
del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le
tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No
moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Génesis 3.2
- 5)
Satanás
tendió la trampa. ¡Les hizo creer que DIOS miente! Este ha sido siempre su
mensaje: "No confíes en DIOS”. Tú puedes elegir. Puedes optar por ser
infiel a tu cónyuge. Puedes asesinar con impunidad. Puedes mentir, engañar y
robar teniendo ‘un buen motivo’".
No
hay duda de que la humanidad siguió este camino, haciendo sus propias normas a
ciegas. ¡Comenzó en el huerto de Edén!
¿Qué
pasó con Eva? Mordió el señuelo: "Vio la mujer que el árbol era bueno para
comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la
sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual
comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron
que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron
delantales" (Génesis 3.6,7)
Adán
y Eva se sintieron culpables por primera vez. ¿Por qué? Porque se habían
desviado de DIOS, eligiendo un camino diferente.
¡Cada
uno de nosotros tiene esa misma naturaleza! ¡Todo ser humano, al igual que
nuestros padres, ha elegido el camino errado, con la sola excepción de
Jesucristo, que nunca pecó!
¿Por
qué nos sorprendemos, pues, al ver crecer los males, la corrupción, la
depravación moral y la violencia? Este, desde entonces, ha sido el camino de la
mayor parte de la humanidad.
El
único camino a la vida es el de una relación personal con nuestro Salvador
Jesucristo. Debemos permitirle que ponga su Espíritu en nosotros y viva su vida
en nosotros. Debemos guardar sus mandamientos. Debemos emprender el camino que
Él recorrió y vivir tal como vivió. ¡Debemos rechazar el camino del mundo!
Es
lamentable que la humanidad, por decisión propia, haya seguido un camino que
lleva al caos, a la destrucción y la muerte. Sin embargo, para quienes sí lo
conocen, su venida será algo maravilloso: "Entonces verán al Hijo del
Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas
comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra
redención está cerca" (Lucas 21.27,28)
No
debemos temer cuando el mundo se deshaga a nuestro alrededor. Hay un camino a
la seguridad, la paz, la esperanza. Hay una vía que trae satisfacción y
tranquilidad, aun en tiempos difíciles.
¡JESUCRISTO
está a la puerta de nuestro corazón! ¡La decisión es nuestra!
Dios
les bendiga abundantemente.
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