miércoles, 10 de octubre de 2018

Un momento... HAY DOS CAMINOS: ¿CUÁL ELEGIREMOS?



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
HAY DOS CAMINOS: ¿CUÁL ELEGIREMOS?

Muchas personas, desde diferentes perspectivas, tienen la sensación de que las cosas no marchan bien.
Les preocupa que todo esté fuera de control en la economía, la política, la moral, la industria, la educación; sienten una erosión del orden civil. La gente decente en todo el mundo teme que algo va mal.
¿Cómo ocurrió todo eso? ¿Dónde se desvió nuestro camino? Para encontrar la causa, debemos mirar al pasado. La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en casi todo el mundo es una señal de que algo anda mal en la sociedad. El auge de la infidelidad, el divorcio y la descomposición de la familia es un fenómeno que causa problemas sociales en todo el mundo. La legalización del aborto ha significado la deshumanización de las mujeres que no les importa matar a sus hijos con el argumento de que son dueñas de sus propios cuerpos.
Pero por graves que sean estos problemas sociales, ¡no son el origen de nuestros problemas! Hay que mirar mucho más allá de los últimos años.
Hay que escudriñar la historia. El hecho es que debemos volver al principio. ¿Dónde encontraremos el principio? En el libro bíblico del Génesis.
Génesis trae el relato de Adán y Eva en el huerto de Edén, y Jesús citó Génesis 1 y 2 (Mateo 19.4 - 6). Las decisiones que ellos tomaron trajeron consecuencias para toda la familia humana, y echaron a andar los males y la descomposición de la sociedad que hoy estamos viviendo.
En el libro del Génesis, leemos que DIOS creó la hierba, los árboles, los peces del mar y las aves del cielo. ¡Todo lo creó! Creó al hombre, y del hombre creó a la mujer. Les dijo que poblaran la Tierra y la gobernaran con rectitud. Les enseñó lo que necesitaban saber para prosperar en su nuevo medio. Pero muy pronto, algo cambió. Veamos Génesis 3.1: "La serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que el Eterno Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?"
Aquí hizo su aparición satanás. El relato prosigue: "La mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Génesis 3.2 - 5)
Satanás tendió la trampa. ¡Les hizo creer que DIOS miente! Este ha sido siempre su mensaje: "No confíes en DIOS”. Tú puedes elegir. Puedes optar por ser infiel a tu cónyuge. Puedes asesinar con impunidad. Puedes mentir, engañar y robar teniendo ‘un buen motivo’".
No hay duda de que la humanidad siguió este camino, haciendo sus propias normas a ciegas. ¡Comenzó en el huerto de Edén!
¿Qué pasó con Eva? Mordió el señuelo: "Vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales" (Génesis 3.6,7)
Adán y Eva se sintieron culpables por primera vez. ¿Por qué? Porque se habían desviado de DIOS, eligiendo un camino diferente.
¡Cada uno de nosotros tiene esa misma naturaleza! ¡Todo ser humano, al igual que nuestros padres, ha elegido el camino errado, con la sola excepción de Jesucristo, que nunca pecó!
¿Por qué nos sorprendemos, pues, al ver crecer los males, la corrupción, la depravación moral y la violencia? Este, desde entonces, ha sido el camino de la mayor parte de la humanidad.
El único camino a la vida es el de una relación personal con nuestro Salvador Jesucristo. Debemos permitirle que ponga su Espíritu en nosotros y viva su vida en nosotros. Debemos guardar sus mandamientos. Debemos emprender el camino que Él recorrió y vivir tal como vivió. ¡Debemos rechazar el camino del mundo!
Es lamentable que la humanidad, por decisión propia, haya seguido un camino que lleva al caos, a la destrucción y la muerte. Sin embargo, para quienes sí lo conocen, su venida será algo maravilloso: "Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca" (Lucas 21.27,28)
No debemos temer cuando el mundo se deshaga a nuestro alrededor. Hay un camino a la seguridad, la paz, la esperanza. Hay una vía que trae satisfacción y tranquilidad, aun en tiempos difíciles.
¡JESUCRISTO está a la puerta de nuestro corazón! ¡La decisión es nuestra!
Dios les bendiga abundantemente.

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